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» 26 Pero el amo le respondió: “¡Siervo perverso y perezoso! Si sabías que cosechaba lo que no sembré y recogía lo que no cultivé, 27 ¿por qué no depositaste mi dinero en el banco? Al menos hubiera podido obtener algún interés de él”. Mateo 25:26 - 27. NTV.
Ser fiel no es simplemente de palabras, obligatoriamente debe ser de hecho, porque nuestras acciones determinan los valores con los que nos movemos y muestra qué tan capacitado estamos para llevar a cabo una tarea que se nos encarga. Cuando Dios determina colocar en nuestras manos recursos, está esperando que le demos un fruto de aquellos talentos que nos ha confiado. Recordemos que el comienzo de la parábola dice que el Hacendado que se iba de viaje entregó a cada uno de sus servidores unos recursos, conforme a la capacidad de cada uno de ellos. Eso no fue al garete, tampoco sin pensarlo o al azar. La entrega de recursos fue intencional, a cada uno conforme a como los podían poner a producir y multiplicar, el hombre que entregó aquellos recursos conocía muy bien las personas a quienes se los entregó y su capacidad productiva. Recordemos que Dios hace todo intencionalmente y para el cumplimiento de un propósito.
Mientras que los dos primeros siervos diligentemente pusieron a trabajar los recursos para incrementarlos y lo lograron, el último de ellos no supo qué hacer con el talento que recibió. Posiblemente tuvo parálisis por análisis, que sucede frecuentemente cuando nos dedicamos mucho tiempo a pensar cómo hacer algo para no fracasar. Proverbios 21:31, dice: “El caballo se prepara para el día de la batalla, pero la victoria pertenece al Señor”. Si no sabes qué hacer con los recursos que tienes, ponlo en manos de quienes saben multiplicarlo. El cambio de estrategia es una forma de no dejar improductivo un recurso, de esta forma podemos presentar un buen balance de nuestra gestión. El riesgo siempre existirá en todo lo que emprendamos, pero de Dios es el resultado, así que actuemos aun con dudas.
T.A.S.C.D.
Juan 5 - 6
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
Juan 5 - 6
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
