»Entiende, pues, hoy, que es Jehová tu Dios el que pasa delante de ti como fuego consumidor, que los destruirá y humillará delante de ti; y tú los echarás, y los destruirás en seguida, como Jehová te ha dicho. Deuteronomio 9:3, TLA.
El título de esta meditación debe llamarte la atención. Siempre estaremos en deuda con Dios, ya te había dicho anteriormente que nunca tendremos con qué pagarle todo lo que ha hecho y seguirá haciendo por ti o por mí. Moisés vuelve a recordarle a ese pueblo joven que va a poseer la tierra prometida lo siguiente: “No pienses en tu corazón cuando Jehová tu Dios los haya echado de delante de ti, diciendo: Por mi justicia me ha traído Jehová a poseer esta tierra; pues por la impiedad de estas naciones Jehová las arroja de delante de ti. No por tu justicia, ni por la rectitud de tu corazón entras a poseer la tierra de ellos, sino por la impiedad de estas naciones Jehová tu Dios las arroja de delante de ti, y para confirmar la palabra que Jehová juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob” 9(:4 - 5).
No somos merecedores de nada, sin embargo Dios sigue obrando siempre a nuestro favor con bondad y misericordia. Cada bendición que recibimos de sus manos afirman su corazón de Padre amoroso que actúa en favor de sus hijos, pero también nos obliga a vivir bajo sus preceptos y mandatos. Obedecer los mandatos, preceptos y principios de la Palabra de Dios es la manera más práctica y simple de decirle que somos agradecidos con Él por todo lo que recibimos de sus manos. Cuando decidimos qué obedecer y qué no obedecer se está expresando el corazón de ingratitud y no el corazón agradecido. Necesitamos tener un corazón lleno de gratitud para nunca rechazar sus mandatos y vivir bajo su voluntad, así lo quiere Él.
T.A.S.C.D.
EZEQUIEL 19; SALMOS 142
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
EZEQUIEL 19; SALMOS 142
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás