»Den gracias al Señor omnipotente; su gran amor perdura para siempre...al único que hace grandes maravillas...al que con inteligencia hizo los cielos...expandió la tierra sobre las aguas...al que hizo las grandes luminarias...Su gran amor perdura para siempre. Salmos 136:2 - 9. NVI.
Si la bondad de Dios o Su gran amor no te son suficientes razones para ser agradecidos con Dios, el salmista te da otra razón: Su soberanía y grandeza. Tenemos un Dios Omnipotente, Omnipresente, Omnisciente. Esos tres atributos Suyos deben ser motivos para elevar gratitud a Él. Incluso, si tu vida pareciera fuera de control, puedes confiar en Dios, porque Él sigue estando al mando de toda Su creación, aunque no pareciera así. Recuerda que Él no ha soltado el control de todo lo que hizo con el poder de Su Palabra.
Ya lo vimos en el Salmo 103:1 - 4 cuando el rey David obligaba a su alma a rendirle y sacrificar alabanza de gratitud. David le decía a su parte emocional: “Recuerda cada uno de sus beneficios…” Cuántas razones tienes para presentarte con sacrificio de alabanza y gratitud delante del Altar de Dios. David le decía a su alma: “Él es quien rescata del hoyo tu vida, te corona de favores y misericordias, sana tus enfermedades, sacia de bien tu boca y te rejuvenece como las águilas”. Hay varios Salmos donde se nos invita a ser agradecidos con Dios por la razón de Su soberanía. La grandeza de Dios es la razón más válida para que todos los días al levantarte y al acostarte recuerdes a tu alma quién es el Dios a quien adoras día a día. No ceses de dar gracias a Dios.
T.A.S.C.D.
EZEQUIEL 22; SALMOS 145
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
EZEQUIEL 22; SALMOS 145
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás