«12 Siempre existe el peligro de que cuando te hayas saciado y hayas prosperado, y hayas edificado casas hermosas, 13 y cuando tu ganado y rebaños se hayan engrandecido y tu oro y tu plata se hayan multiplicado, 14 caigas en el orgullo y te olvides del Señor tu Dios que te sacó de la esclavitud en la tierra de Egipto. Por eso, ten mucho cuidado, ¡no te olvides del Señor tu Dios...Deuteronomio 8:12 - 14, TLA.
¡Jamás me olvidaré de Dios! ¡Nunca dejaré de servirle o de alabarle! Frases como las anteriores las hemos dicho un sinnúmero de veces en el transitar de la vida cristiana, pero del dicho al hecho hay un trecho que necesitamos caminar. Somos muy dados a abrir nuestra boca para hacer promesas a Dios en tiempos de conflicto que no seremos capaces de cumplirle en tiempos de confort o de paz. En Eclesiastés 4:5 hay una advertencia a no prometer lo que no tenemos capacidad de cumplir porque es pecar contra Dios. Aunque Israel conocía esta demanda de no olvidarse de Dios, lo hizo. La manera más práctica de olvidarnos de Dios es anteponiendo nuestras ideas a la voluntad de Dios. Eso se llama desobediencia. Y cuando nuestro sistema de pensamiento prevalece para la toma de decisiones antes que el sistema de pensamiento de Dios, el pecado que allí prevalece es O R G U L L O. El significado de la palabra orgullo es YO ESTOY POR ENCIMA DE OTROS, y esto incluye a Dios.
La manera como manejas tu dinero, sin tener en cuenta a Dios ni sus demandas para que sostengas Su obra, habla sobre si eres orgulloso o no. Tu vida devocional y de comunión con Dios y con tu iglesia es una expresión de si el orgullo te domina o no. Dios nunca está interesado en lo que hacemos sino en lo que somos, por eso dejó unos mandamientos y mandatos para que por medio de ellos evaluemos cuán orgulloso somos o no. No se trata de desobedecerlo, sino de cuánto pesa Él en nuestras decisiones, porque corazón agradecido lo honra.
T.A.S.C.D.
EZEQUIEL 14; SALMOS 137
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
EZEQUIEL 14; SALMOS 137
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás