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jueves, 11 de noviembre de 2021

LO QUE NO ENTENDIÓ CAÍN - NOVIEMBRE 11






Ahora bien, Adán tuvo relaciones sexuales con su esposa, Eva, y ella quedó embarazada. Cuando dio a luz a Caín, dijo: «¡Con la ayuda del Señor, he tenido un varón!». 2 Tiempo después, dio a luz al hermano de Caín y le puso por nombre Abel. Génesis 4:1 - 2a . NTV.


El principio de la primogenitura fue algo que no entendió Caín. Es posible que quieras decirme que cuando Caín y Abel nacieron ellos no conocían este principio porque no estaban bajo la ley, y estoy totalmente de acuerdo. Pero la gracia no anula la ley de Dios puesta en el corazón humano. La misma Palabra dice en Romanos 2:12 - 16, que cuando el hombre no conoce la ley de Dios su conciencia se vuelve en sí misma ley; por lo cual, no tendrá excusa para no obedecerlo. De manera que Caín podía oír la voz de Dios aunque no estuviera escrita en ningún pergamino en ese momento. La Escritura registra que Caín oyó a Dios cuando se enojó con Él por no haber recibido con agrado su ofrenda, no fue que lo leyó e intuyó que era la voz de Dios, fue que lo oyó porque tenía comunión con Él (Génesis 4:5 - 7).

Caín no entendió que él era el primogénito y debía ser ejemplo para su hermano. Podemos inferir que Caín llevaba consigo el corazón pecador de sus padres después de la caída y que Abel conservaba el corazón de pureza de sus padres antes de aquella caída. Caín debía presentarse con primicias de los frutos de la tierra. El pasaje de Génesis 4:1 - 7 no dice que Abel sacrificó el cordero que presentó a Su Señor, es posible que sí, y si lo hizo, ese acto fue un tipo del sacrificio perfecto de Cristo en la cruz como ofrenda de primicia y gorda para el Padre. Caín debía presentar sus primicias, lo primero de sus cosechas, pero no tuvo ese cuidado. Ese fue su error, y debemos evitarlo nosotros en este tiempo. Dios siempre espera que sus hijos hagamos lo bueno, lo correcto y aquello que le dé honra plena. No te equivoques cuando de presentarle a Dios ofrenda se trate.




T.A.S.C.D.

JEREMÍAS 47; SALMOS 113



Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:

¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?

¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?

¿Qué pecado te muestra que debes confesar?

¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?

¿Qué mandato o precepto debes obedecer?

¿Qué promesa debes reclamar y por qué?

¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?

¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?

¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?

Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás