Por su parte Abel escogió las primeras crías más gordas de sus ovejas, y se las llevó a Dios como ofrenda. Génesis 4:4. TLA.
¿Quién le enseñó a Abel el principio de lo primero es de Dios? Seguro fue el Espíritu Santo, porque es quien nos lleva a toda verdad. Me llama la atención la descripción que hace la Versión Reina Valera 60 de este versículo: “Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda”. Muchas veces nos cuesta trabajo ser detallista con Dios al momento de presentarnos con ofrenda de sacrificio para Él. Si observa la manera como se describe la entrega de la ofrenda de Caín, únicamente dice que llevó una ofrenda de lo que cultivaba. No hay otra descripción sobre la motivación correcta, solamente fue y cumplió con Dios.
Pero la ofrenda de Abel tiene una descripción: Lo primero, lo más gordo. Aquí aparece el principio de la primicia, lo primero le pertenece a Dios. Mi primera hora del día, mi primer día de la semana, mi primera oración, mi primer sueldo del año, mi primer aumento. Pasaría diciéndote un montón de razones por las cuales honrar a Dios con lo primero que tenemos. Es cierto que Dios es dueño de todo y si llegara a necesitar algo seguro que no pensaría en ti, pero quiere que de tu corazón amoroso para con Él lo tengas en cuenta con tu honra de primicia. Sí, darle a Dios lo primero de toda nuestra vida y de todo lo que llega a nuestras manos es honrarle con primicias. Dios nunca te demandará algo distinto a que lo ames con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu ser; pero tendrás que demostrarlo con una acción de honra. Ese es el secreto de que Dios te honre como lo sigue haciendo con Abel y David. Dios honra al que lo honra ¿Quieres que te honre?
T.A.S.C.D.
JEREMÍAS 46; SALMOS 112
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
JEREMÍAS 46; SALMOS 112
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás