Fue por la fe que Abel presentó a Dios una ofrenda más aceptable que la que presentó Caín. La ofrenda de Abel demostró que era un hombre justo, y Dios aprobó sus ofrendas. Aunque Abel murió hace mucho tiempo, todavía nos habla por su ejemplo de fe. Hebreos 11:4, NTV.
Podemos llegar a tener una apreciación incorrecta sobre el principio de la honra a Dios cuando la vemos desde la perspectiva de lo material, llámese dinero, propiedades o bienes físicos; pero ese concepto es incorrecto, egoísta y desde la injusticia (pecado humano). El autor de la carta a los Hebreos nos entrega una apreciación bíblica y doctrinal sobre la ofrenda de Abel. Él nos dice que el segundo hijo de Adán y Eva presentó a Dios una ofrenda más excelente por la fe. La excelencia de la ofrenda de Abel fue su fe y su justicia. Por la fe creemos que Dios puede salvarnos, y por esa fe creemos para justicia de Dios.
La honra que debemos darle a Dios está basada en nuestra fe y cuán justo somos hallados delante de Dios. Hemos sido creados en Cristo para buenas obras, dice la Escritura, por lo tanto, todo lo que hacemos, presentamos y rendimos a Dios debe estar inundado de fe y justicia; de lo contrario vivimos una fe y una justicia muy nuestra, porque doy de lo que me sobra, doy de lo que considero debo dar y presento la ofrenda que yo quiero y no la que Dios me demanda. Esto es muy duro, pero es la cruda realidad. Revisa cómo diezmas, como llevas ofrenda de misiones o para el sostenimiento de la obra de Dios y sus ministros de Culto. Revisa cuánto das verdaderamente como lo hizo Abel, con ese cuidado de excelencia. Abel no quiso presentar una ofrenda, él quiso adorar, honrar, respetar el nombre de Dios. Abel presentó su corazón no una ofrenda. La ofrenda y el ofrendante, Dios lo ve en una sola unidad no por separado. Esa es la característica de la ofrenda de Abel, por eso hasta hoy habla ¿Quieres que tu ofrenda hable generacionalmente?
T.A.S.C.D.
JEREMÍAS 48; SALMOS 114
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
JEREMÍAS 48; SALMOS 114
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás