LA HONRA DE ABEL - NOVIEMBRE 8

3 Pasó el tiempo, y un día Caín le presentó a Dios una ofrenda de los frutos que cultivaba. 4 Por su parte Abel escogió las primeras crías más gordas de sus ovejas, y se las llevó a Dios como ofrenda. Génesis 4:3 - 4a. TLA.

Esta es la primera mención que en la Biblia tenemos sobre el concepto de ofrendarle a Dios algo. El capítulo cuatro de Génesis comienza diciendo que al parecer por primera vez Adán y Eva tienen relaciones sexuales y el resultado es un primer hijo cuyo nombre es Caín porque era el varón que le habían pedido a Dios, así significa su nombre. Luego volvieron a tener intimidad sexual y el resultado es sus segundo hijo a quien nombraron como Abel; sin embargo, el escritor sagrado no dice el significado de este nombre. Tanto como Caín como Abel se dedicaron al único oficio que tenía la gente de esa época: Cultivar la tierra y criar ganado ovejuno.

En algún momento de sus vidas Caín y Abel se presentaron delante de Dios para honrarlo con una ofrenda producto de sus actividades económicas. Caín tomó de la tierra algún fruto de la misma, mientras que Abel tuvo el cuidado de seleccionar, escoger, separar lo primero y lo más gordo de su ganado ovejuno. No tomó cualquier animal, separó algo especial, lo primero y lo más excelso para Su Dios. La respuesta de Dios fue recibir con agrado la ofrenda de Abel y con menos agrado la de Caín. La Biblia no explica la razón del rechazo de la ofrenda de Caín, pero podemos intuir por la descripción que hace de la ofrenda de Abel que para Dios es más importante el motivo por el cual hago algo para Él. No se trata de darle algo o cumplir sino de examinar el corazón con el que nos presentamos para honrarlo. Una motivación correcta entregará una ofrenda de honra, alabanza y de exaltación correcta para con Dios.

T.A.S.C.D.

JEREMÍAS 44; SALMOS 110



Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:

¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?

¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?

¿Qué pecado te muestra que debes confesar?

¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?

¿Qué mandato o precepto debes obedecer?

¿Qué promesa debes reclamar y por qué?

¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?

¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?

¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?

Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás