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viernes, 26 de noviembre de 2021

ESTABLECE LAS FINANZAS DE DIOS - NOVIEMBRE 26






29 »Deberán dar el diezmo de sus cosechas y de sus vinos, y el pago de rescate de sus hijos primogénitos. 30 »En cuanto al primero de sus ganados y de sus rebaños, deberán entregármelos en el octavo día, después de dejarlo estar con su madre siete días. Éxodo 22:29 - 30. NBV.


Diezmos, primicias y ofrendas son tres columnas financieras del Reino de Dios. Entender el principio de cómo operan las finanzas bíblicas es muy importante para cualquier hijo de Dios, porque de este conocimiento y práctica depende mucho cómo vivir bajo Su temor en nuestro corazón, manteniendo a raya toda codicia que pueda albergarse en nuestra vida.

Conozco creyentes que creen en la sanidad divina, en la restauración que Dios puede obrar en un matrimonio o en una vida desordenada, creen en la salvación y la vida eterna, creen en la segunda venida de Cristo, creen en el cielo como el lugar en donde estaremos seguros con Dios, y en muchas promesas que la Biblia nos regala de parte de Dios; pero cuando se trata de las finanzas sus corazones se endurecen, sacan argumentos desde la misma Palabra para no dar lo que demanda el mismo Dios y desechan que nuestro Padre también es Dios de las finanzas de nuestra vida. Negar que Dios también espera de nosotros santidad financiera es negar que Él es el dueño de todo cuanto existe y que es creador absoluto de todo lo que vemos y aún no vemos. El Dios tres veces santo también se preocupa de la santidad financiera de Su pueblo y espera de nosotros obediencia en cuanto a este aspecto de Su Reino. Muchos predicadores expresan que a Dios no le interesa cómo viven sus hijos en la tierra, pero la Palabra nos enseña todo lo contrario. Dios quiere que Su pueblo sea cabeza y no cola también en el área de las finanzas. Nuestro deber es vivir el modelo financiero que Él estableció no como una ley sino como un principio de vida y temor.




T.A.S.C.D.

EZEQUIEL 5; SALMOS 128



Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:

¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?

¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?

¿Qué pecado te muestra que debes confesar?

¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?

¿Qué mandato o precepto debes obedecer?

¿Qué promesa debes reclamar y por qué?

¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?

¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?

¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?

Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás