Devocionales

Prédicas

Altar Familiar

viernes, 26 de noviembre de 2021

DE LO RECIBIDO DE TUS MANOS TE DAMOS - NOVIEMBRE 25






»¿Quién de ustedes quiere demostrar hoy su amor a Dios, dando una ofrenda para la construcción del templo?» 1 Crónicas 29:5. TLA.


Quien dice estas palabras es David el rey de Israel, el dulce cantor y el hombre cuyo corazón es conforme al de Dios. Este rey amaba la presencia de Dios, el templo y la adoración a Jehová. Su mayor preocupación siempre fue tener un lugar, un templo, en donde la nación de Israel tuviese la oportunidad de presentarse en oración, adoración y con un corazón sincero para rendirse delante de su Dios. David entendía que era vital la presencia de su Dios en medio de Su pueblo. Para este rey mejor era un día en la casa del Señor que mil años fuera de ella (Salmos 84:10). El pensamiento de David era tener un corazón rendido ante Su Señor, por eso cualquier esfuerzo económico que hiciera sería poco y nunca provendría de su propio bolsillo sino del bolsillo de Su Padre celestial, porque de los recibido de Sus manos le devolvía un poco o mucho para Dios (1 Cr. 29:14 - 16).

Cuando recibes ingresos producto de tu trabajo, de utilidades de tu empresa, o de la venta de algún bien, o una ofrenda que provenga de alguien que te ama, cuál es tu primer pensamiento referente a ese dinero que tienes en tu cuenta de banco. Das gracias a Dios y le preguntas ¿cuánto de lo que has recibido quiere Él que le devuelvas en forma de diezmos, primicias, ofrendas o voto? Hacer este acto de consciencia es muy vital para seguir siendo honrado por nuestro Padre celestial. El pensamiento económico también hace parte de nuestro amar a Dios por encima de todas las cosas. Si lo amas verdaderamente lo honrarás con lo primero de todo lo que recibes.




T.A.S.C.D.

EZEQUIEL 4; SALMOS 127



Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:

¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?

¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?

¿Qué pecado te muestra que debes confesar?

¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?

¿Qué mandato o precepto debes obedecer?

¿Qué promesa debes reclamar y por qué?

¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?

¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?

¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?

Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás