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viernes, 15 de octubre de 2021

UN DISCÍPULO ABORRECE - OCTUBRE 16






"Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre y madre, y mujer e hijos, y hermanos y hermanas, y aún también su propia vida, no puede ser mi discípulo.” Lucas 14:26, NVI.


Una marca distintiva de una iglesia madura, de “pantalones largos”, es que pasa o se mueve de creyente a algo más profundo: Ser discípulo ¡Sí, así como lo lee! La definición básica de esta palabra es: Seguidor. En días como los que estamos viviendo, donde el relativismo y el facilismo es lo que predomina en la iglesia de Cristo, el concepto discípulo no es tan aceptado y, menos, vivido por muchos que se hacen llamar cristiano, que entre otras es, ser como Cristo. Por eso, una cualidad o rasgo distintivo del discípulo del Señor es que reconoce que hay un precio que pagar por seguir a su Maestro.

En cada una de sus enseñanzas a sus doce, el Señor les instruye sobre las marcas que debe poseer un seguidor Suyo. En Lucas 14:26 nombra una de esas marcas, y tiene que ver con aborrecer a su propia familia y así mismo. La pregunta que surge en nuestra mente es: ¿cómo así que debo aborrecer a mis seres queridos si Dios es quien promueve el amor por el prójimo, comenzando por los de mi propia casa? La palabra griega para aborrecer es “misos” cuyo significado es aborrecer, odiar, o amar menos. Y la mejor manera de entender la demanda que hace el Señor con respecto a “aborrecer a tus seres queridos” es entender que la prioridad de un discípulo está puesta primero en Su Señor y no en la familia. Un discípulo ama primero al Cristo por encima de los suyos. No indica que deja de amarlos, sino que cuando tiene que escoger entre complacer o agradar a los suyos o a Su Señor, escoge a Su Señor. Entonces, finalicemos esta reflexión haciéndonos la pregunta ¿soy capaz de darle a Cristo el primer lugar en mi vida o no? De la respuesta que tengamos dependerá nuestra felicidad o nuestra tristeza.




T.A.S.C.D.

JEREMÍAS 21; SALMOS 87



Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:

¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?

¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?

¿Qué pecado te muestra que debes confesar?

¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?

¿Qué mandato o precepto debes obedecer?

¿Qué promesa debes reclamar y por qué?

¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?

¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?

¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?

Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás