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viernes, 15 de octubre de 2021

LA OBEDIENCIA COMO FRUTO - OCTUBRE 15






Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo he obedecido los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Juan 10:11, NVI.


Después del amor a Dios y al prójimo la obediencia es el siguiente mandato que más se le demanda a los hijos de Dios. Es como si la ecuación de Dios dijera: Si me amas me obedeces, y si me obedeces es porque me amas. Jesús les enseña a sus discípulos que para permanecer en su amor hay que permanecer en obediencia a sus mandatos. Muchos decimos amar a Dios por encima de todas las cosas, pero cuánto nos cuesta vivir en obediencia a Su Palabra. Parece que pudiésemos amar sin obedecerlo, y bíblicamente no es aceptado. La obediencia es el resultado de mantener una intimidad con nuestro Dios. Y la intimidad ocurre porque le amamos. Sin amor no es posible mantener comunión con Él. Dios nos ama y confía que lo amemos, tal como Él lo hace con cada uno de sus hijos.

Cristo es nuestro ejemplo al máximo de obediencia. Él mismo dice: “así como yo he obedecido los mandamientos del mi Padre y permanezco en su amor”. Cristo nos demanda obedecerlo si queremos dar fruto en Su Reino. En este Reino del Señor la obediencia no es opcional, si queremos o no obedecer, es imperativa. Si decimos amar a nuestro Padre debemos obedecerlo sin límite. La mejor adoración que puede salir de nuestro corazón es someternos a la voluntad eterna de Dios, aunque muchas veces sea contraria a nuestra voluntad. Y a ese sometimiento le llamamos obediencia. Cristo, en su ruego suplicante a Dios le dijo: “si es posible pasa de Mi esta copa, pero no sea como yo, sino como tu quieres”. Eso es obediencia sin limites por amor al padre. Esa es una iglesia de pantalones largos, obedece sin limites, porque ama sin límites.




T.A.S.C.D.

JEREMÍAS 20; SALMOS 86



Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:

¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?

¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?

¿Qué pecado te muestra que debes confesar?

¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?

¿Qué mandato o precepto debes obedecer?

¿Qué promesa debes reclamar y por qué?

¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?

¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?

¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?

Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás