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martes, 21 de septiembre de 2021

VIVAN EN ARMONÍA - SEPTIEMBRE 21






8 En fin, vivan en armonía los unos con los otros; compartan penas y alegrías, practiquen el amor fraternal, sean compasivos y humildes. 9 No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien, bendigan, porque para esto fueron llamados, para heredar una bendición. 1 Pedro 3:8 - 9, NVI.


Una de las definiciones de la palabra armonía es: “Relación de paz, concordia y entendimiento entre dos o más personas.” Esta es la propuesta del evangelio de Cristo para todas las personas, pero debe ser un diferenciador en la vida de los que hemos sido llamados hijos de Dios por causa de nuestra fe en Jesucristo. Amor y respeto no es una fórmula mágica que funciona de la noche a la mañana, como tampoco es algo que evite que dentro del hogar se dejen de presentar discusiones o malos tratos o palabras entre los cónyuges. Amor y respeto son valores que promueven la armonía en la pareja y en el hogar si Cristo es el centro de la vida de toda nuestra casa.

El Apóstol Pedro expresa en esta primera carta suya que, hay que vivir en armonía unos con otros, aunque se vivan momentos muy difíciles o se tengan momentos de tensión en las relaciones interpersonales, y más si éstas son de nuestro hogar. Los esposos debemos practicar el amor fraternal entrañable que es una de las recomendaciones para la vida cristiana. Hay momentos en que la situación del hogar no es la mejor, habrán problemas financieros, de salud, de comunicación, de autoridad u otros más; pero lo que nos caracteriza es la manera como vamos a afrontarlos como pareja para darle una salida desde la Palabra de Dios y no a la manera como el mundo enseña que se solucionan. Nuestro modelo para afrontar problemas internos como esposos, padres e hijos es la Palabra de Dios y el amor fraternal que debemos practicar mutuamente. Así nos pareceremos más a Cristo.




T.A.S.C.D.

ISAÍAS 62; SALMOS 62



Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:

¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?

¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?

¿Qué pecado te muestra que debes confesar?

¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?

¿Qué mandato o precepto debes obedecer?

¿Qué promesa debes reclamar y por qué?

¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?

¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?

¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?

Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás