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lunes, 20 de septiembre de 2021

GÁNATE A TU ESPOSO PARA CRISTO - SEPTIEMBRE 20






"Así mismo, esposas, sométanse a sus esposos, de modo que, si algunos de ellos no creen en la palabra, puedan ser ganados más por el comportamiento de ustedes que por sus palabras, al observar su conducta íntegra y respetuosa.  1 Pedro 3:1 - 2, RV60.


El mejor evangelismo que podemos llevar a cabo afuera es el modelo de vida que tengamos dentro del hogar, y este evangelismo se llama someterse mutuamente. El hogar representa el Reino de Dios aquí en la tierra, porque el simbolismo que se encuentra en el hombre y la mujer es muy importante para establecer la autoridad del Reino en la tierra. Ya hemos hablado sobre el sometimiento del hombre a la mujer y de la mujer al hombre, tal como el Apóstol Pablo lo manifiesta en Efesios 5:21 cuando dice “Sométanse unos a otros, por reverencia a Cristo.”

Así como para el esposo el mal trato para con su esposa es un impedimento espiritual en sus oraciones no contestadas, también para las esposas el someterse a su marido es un evangelismo muy práctico para ganárselo para Cristo. Es bastante interesante leer lo que Pedro le dice a las esposas, “sométanse a sus esposos, de modo que, si algunos de ellos no creen en la palabra, puedan ser ganados más por el comportamiento de ustedes que por sus palabras, al observar su conducta íntegra y respetuosa.” Hay un evangelismo que funciona para las mujeres casadas cuyos esposos no han llegado a los pies de Cristo, someterse, manteniendo una conducta íntegra y respetuosa para con su esposo. Tal vez, si hay una mujer casada con alguien inconverso y esté leyendo esta reflexión pueda pensar que su marido no merece que le honre, respete y menos someterse, pueda tener razón desde el punto de vista de lo que ve y recibe; pero nada pierde en poner en acción esta demanda de la Palabra y esperar a lo que pueda hacer Dios en su hogar. Si lo crees puedes llegar a ver tu milagro, y la próxima ves que vayas a la iglesia, puede que te acompañe ese varón que antes no creía en Cristo. Todo es posible cuando creemos en la Palabra de Dios.




T.A.S.C.D.

ISAÍAS 61; SALMOS 61



Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:

¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?

¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?

¿Qué pecado te muestra que debes confesar?

¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?

¿Qué mandato o precepto debes obedecer?

¿Qué promesa debes reclamar y por qué?

¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?

¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?

¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?

Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás