1 Por tanto, imiten a Dios, como hijos muy amados, 2 y lleven una vida de amor, así como Cristo nos amó y se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio fragante para Dios. Efesios 5:1 - 2. NVI.
Estamos llegando a las últimas reflexiones sobre el tema de amor y respeto, el cual hemos venido tratando día a día en este tiempo devocional. Basado en la conclusión del Apóstol Pablo, después de haber expuesto cómo debe ser la relación dentro del matrimonio cristiano, él dice: “Esto es un misterio profundo; yo me refiero a Cristo y a la iglesia. En todo caso, cada uno de ustedes ame también a su esposa como a sí mismo, y que la esposa respete a su esposo.” El misterio es la relación de Cristo como esposo y la iglesia como Su esposa. Pero entrega un mandato claro: El esposo ama a la esposa y ella respeta a su esposo. Si queremos vivir bajo la cobertura de Cristo debemos imitar ese modelo matrimonial. Pues, así actúa Cristo.
Pablo da inicio a Efesios expresando que seamos imitadores de Dios y que llevemos una vida de amor como Cristo la lleva con su iglesia. Él se entregó como ofrenda fragrante por ella, quien es su cuerpo, su esposa. De la misma manera como maridos debemos imitarlo en esa misma entrega para con nuestras mujeres. Debe ser una entrega sacrificial, amorosa, llena de toda piedad. Nuestros matrimonios deben estar alineados a la voluntad del Padre, quien desde el momento de la creación del ser humano creó al hombre y de sus costillas tomó una para sacar de allí su ayuda idónea, su ezer, a quien Adán llamó mujer, por ser carne de su carne y hueso de sus huesos y los dos fueron uno solo en todo. Así quiere Dios que le imitemos. Que vayamos juntos como esposos cumpliendo el plan de evangelización del mundo a través de nuestros matrimonios, para alcanzar a quienes todavía se encuentran fuera del Reino de los cielos. Ese es el plan que una familia que alcance a otra familia para Cristo con su ejemplo.
T.A.S.C.D.
JEREMÍAS 2; SALMOS 68
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
JEREMÍAS 2; SALMOS 68
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás