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lunes, 6 de septiembre de 2021

EL SOMETIMIENTO DEL HOMBRE - SEPTIEMBRE 6






Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella... Efesios 5:25. RV60.


Si quiere comprender todo el contexto que venimos tratando con el tema del sometimiento mutuo no debes dejar de leer cada reflexión que traemos desde el primer día de septiembre. observamos ahora un giro del escritor sagrado acerca del tema que viene tratando. Después de hablar de la razón que debe tener la mujer para someterse a su marido, introduce una demanda para el esposo, le dice: “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella...” ¿Quieres que tu esposa se someta a ti de forma voluntaria y no solo por cumplir un mandato del Señor? ¡Ámala! Aquí encontramos el valor del amor como un baluarte para un matrimonio feliz y saludable.

El sometimiento del varón esposo se encuentra en su misión de amar a su esposa. El amor es el pegamento que une dos vidas que se desean el uno al otro. Esa unión es espiritual no carnal, porque lo carnal poco a poco va desgastándose hasta quedar en poca cosa, pero lo espiritual es una llama que sube día a día producto de la leña que se echa en la chimenea del matrimonio. La razón de porqué amar a su esposa el apóstol Pablo la entrega en lo que agrega: “como Cristo amo a la iglesia, y se entregó a Sí mismo por Ella.” Si tú amado varón que lees esta meditación quieres tener un matrimonio saludable y feliz el amor para con quien es tu esposa es el ingrediente que sazonará tu vida conyugal en todos los sentidos. El precio que Cristo pagó por Su iglesia fue el amor, y éste se demuestra de una sola forma: estar dispuesto a dar la vida por la persona que amas. Si tú eres la cabeza en tu hogar, entonces tu esposa es el cuerpo, ella representa a la iglesia, así como tú representas a Cristo ¡Qué dúo dinámico!




T.A.S.C.D.

ISAÍAS 47; SALMOS 47



Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:

¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?

¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?

¿Qué pecado te muestra que debes confesar?

¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?

¿Qué mandato o precepto debes obedecer?

¿Qué promesa debes reclamar y por qué?

¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?

¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?

¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?

Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás