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viernes, 24 de septiembre de 2021

EL AMOR ES SACRIFICIAL - SEPTIEMBRE 24






Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve. 1 Corintios 13:1 - 3. RV60.


Hemos estado explicando durante todo este mes que el matrimonio cristiano se basa en amor y respeto. Y se preguntará, ¿bueno y a un matrimonio que no esté bajo la cobertura de Cristo no puede vivir en esos dos valores? Yo creería que sí, pero es muy difícil vivir nuestro matrimonio bajo dos culturas, una del mundo y otra del Reino de los cielos. La propuesta matrimonial del mundo está basada en igualdad de derecho, mientras que la cultura del Reino es en igualdad de sometimiento entre los cónyuges a Cristo y luego entre ellos. Esa es una mezcla que no todos estarían dispuestos a poner en practica en sus matrimonios y primeramente en sus vidas.

El matrimonio cristiano requiere de una alta dosis de madurez espiritual. Y no estoy hablando de hombres y mujeres usados por Dios en gran manera, sino de aquellos que renunciando a su propio yo pueden vivir cristianamente sus vidas y renunciar a sus propios sueños para cumplir el de los dos, el del vínculo conyugal. Reiterativamente el Apóstol Pablo nos recuerda que los Dones espirituales de nada nos sirven si primero no tenemos amor. Sin amor todo lo que hagamos para el Reino de Dios es como metal que resuena o címbalo que retiñe, no soy nada y de nada me sirve. Dios está buscando matrimonios rendidos a Él y no buscando su propia cultura matrimonial. En otras palabras, Él busca adoradores de verdad que lo amen y lo honren en todo.




T.A.S.C.D.

ISAÍAS 65; SALMOS 65



Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:

¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?

¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?

¿Qué pecado te muestra que debes confesar?

¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?

¿Qué mandato o precepto debes obedecer?

¿Qué promesa debes reclamar y por qué?

¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?

¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?

¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?

Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás