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sábado, 25 de septiembre de 2021

EL AMOR BUSCA LO DEL OTRO - SEPTIEMBRE 25






4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 1 Corintios 13:4 - 7. RV60.


Si observa detenidamente el listado que Pablo enuncia en esta porción del Su carta a los Corintios tiene una connotación de menos a más. Describe el Apóstol el nivel supremo de amor que encontramos en Dios, un amor Agape, un amor sin fronteras, que es capaz de darse a sí mismo si ningún tipo de restricciones, tal como nos lo describe en Juan 3:16 y se ratifica en 1 de Juan 3:16.

Comienza describiendo que el amor es Sufrido. Primera característica del amor agape, sufre por el otro. Como Cristo sufrió por nosotros a fin de hacernos libres. Luego, dice, el amor es benigno; sin contagio de maldad alguna. Continua diciendo, el amor no tiene envidia, no es jactancioso, no se envanece, no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor, no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo espera, todo lo soporta. Toda esta lista es una descripción de un amor sacrificial que debemos estar dispuestos a vivir desde el momento que hacemos el pacto matrimonial. Observamos que este tipo de amor que se nos describe es contra cultura a lo que el mundo propone, quien nos dice que lo que no sirve simplemente se abandona, que nadie debe hundirse en el mismo barco con el otro o la otra. El bien del otro es lo que Cristo enseñó como nuevo mandamiento. Pretendemos amar a aquel que no nos pone problemas, a aquel que podemos dominar, a aquel que se somete sin que yo lo haga también para él o ella. Necesitamos estar en un mismo sentir. La mujer se somete a su marido respetándolo; y el hombre se somete a su mujer, amándola como Cristo ama a la iglesia. Esa es la cultura del Reino.




T.A.S.C.D.

ISAÍAS 66; SALMOS 66



Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:

¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?

¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?

¿Qué pecado te muestra que debes confesar?

¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?

¿Qué mandato o precepto debes obedecer?

¿Qué promesa debes reclamar y por qué?

¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?

¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?

¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?

Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás