SUS NOMBRES: ELOHIM - AGOSTO 6

Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Salmos 19:1. RV60.

Considero importante que nuestro estudio sobre la sobrenaturalidad del Dios de Israel, que es el Dios en el cual hemos creído aquellos que aceptamos a Jesús como el Señor y Salvador de nuestra existencia, debe incluir un análisis sobre la razón de Sus nombres, según van apareciendo en el desarrollo de la narrativa Bíblica. Es imposible estudiar el Dios sobrenatural fuera del contexto que tienen Sus nombres y el significado de los mismos. Cada nombre de Dios que aparece en las Escrituras nos llevarán a creer más en Él, en Su majestad, Su poder y autoridad. Para Israel el nombre de Su Dios tiene supremo valor, como lo debe tener para nosotros, la iglesia de Jesucristo; porque nuestra fe se sustenta en reconocer que tenemos al Dios que es Todopoderoso, pero al mismo tiempo un Dios que por su inmensa misericordia salva a todo aquel que está perdido por causa del pecado original.

El primero nombre de Dios mencionado en la Biblia es Elohim. Este término significa “Dios”. Por lo tanto, se refiere a Su poder. Significando que Él es el único Dios verdadero y supremo. Aparece más de dos mil veces en el Antiguo Testamento y se usa por primera vez en Génesis 1:1. En Deuteronomio 10:17 destaca la razón de este nombre. Allí dice: “Porque Jehová vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas, ni toma cohecho”. Salmos 19:1, describe la grandeza del nombre Elohim, y dice allí: Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Elohim es el primer nombre que conocemos de Dios, y aunque han tratado de desvirtuar las santidad de ese nombre por su terminación plural en hebreo, debemos tener en cuenta que Moisés jamás pretendió escribir que Dios es uno de los tantos dioses que el ser humano se ha creado. Para Moisés el Dios de Israel es el verdadero y único Dios que está por encima de quien pretenda ser un “dios”. Esa es la verdad de la que debemos apropiarnos para vivir una vida cristiana llena de poder y autoridad.

T.A.S.C.D.

ISAÍAS 16; SALMOS 16



Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:

¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?

¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?

¿Qué pecado te muestra que debes confesar?

¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?

¿Qué mandato o precepto debes obedecer?

¿Qué promesa debes reclamar y por qué?

¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?

¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?

¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?

Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás