¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Salmo 139:7. RV60.
Dios tiene una cualidad que ningún otro ser posee: la Omnipresencia. Este atributo significa que Dios está en todas partes. Es maravilloso, es algo que el hombre ni siquiera alcanza a comprender en toda su magnitud, pero es una realidad. No importa en qué lugar del universo estemos, jamás hallaremos un sitio donde no esté Dios. ¡Esto quiere decir que Dios está presente en todo lugar al mismo tiempo! No es que Dios se divida para estar en todo lugar, sino que toda su persona, con todo su poder y su gloria, no tiene siquiera la necesidad de moverse de un sitio a otro para dominar el escenario.
La Biblia revela que Dios al mismo tiempo puede estar presente para una persona de una forma manifiesta y presente en cada situación en toda la creación en cualquier momento determinado. Observe lo que dice Isaías: Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad y cuyo nombre es el Santo: «Yo habito en la altura y la santidad, pero habito también con el quebrantado y humilde de espíritu, para reavivar el espíritu de los humildes y para vivificar el corazón de los quebrantados. Dios puede habitar en Su cielo, donde está Su trono, pero al mismo tiempo puede estar en cualquier lugar de la tierra atendiendo cualquier necesidad o interviniendo en un milagro o sanidad ¿por qué? Es Omnipresente, está en cualquier lugar del universo al mismo tiempo y con miles y miles de sus hijos, no importando dónde se encuentre. Todo esto es posible porque Dios es Espíritu y esto lo hace omnipresente por antonomasia. Pero hay un hecho más contundente de Su Omnipresencia, es que mora en las vidas de todos sus hijos.
T.A.S.C.D.
ISAÍAS 35; SALMOS 35
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
ISAÍAS 35; SALMOS 35
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás