“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es, las cosas viejas pasaron; he aquí, todas son hechas nuevas”. 2 Corintios 5:17. RV60.
Un buen comienzo garantiza un buen final, aunque en algunos casos no parezca que fuese así. Cuando Dios creó al hombre y todo lo que hoy conocemos en este planeta, empezó por un buen comienzo para que asegurarle a la raza humana un buen final, pero el pecado lo estropeó todo; así que se hacía necesario activar el plan de salvación diseñado por Dios desde antes de la fundación del mundo.
Vivir la vida cristiana y seguir a Jesús en calidad de discípulo requiere tener un buen comienzo y éste se inicia con la profunda necesidad que tenemos los seres humanos de llenar un vacío en nuestros corazones. Ese vacío no es otro que la ausencia del Dios que nos creó y que nos dio su Imagen y Semejanza. Vivir sin Dios es vivir sin sentido y sin expectativa de vida eterna. Fuimos creados por Él y para Él. El huerto del Edén no fue un invento por qué sí de parte de Dios. Ese era el lugar de comunión e intimidad entre el Creador y sus criaturas. Era el lugar de la amistad y el lugar diseñados para vivir con expectativas correctas. Al ser expulsado del Edén por causa del pecado, se perdió la comunión e intimidad con Dios y el hombre quedó separado de la gloria de Dios. Romanos 3:21. De manera que comenzar bien para transformar la mente del creyente es iniciar por reestablecer la comunión con Dios por medio del arrepentimiento. Jesús comenzó su ministerio diciendo estas palabras: “arrepentíos, porque el Reino de los de los se ha acercado”. Mateo 4:17. Dios quiere una relación transformadora con sus hijos, por eso nos demanda arrepentimiento para ser nuevas criaturas por medio de Jesús.
T.A.S.C.D.
Esdras 3-4
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
Esdras 3-4
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás