Devocionales

Prédicas

Altar Familiar

lunes, 21 de junio de 2021

JUSTIFICADOS PARA VIVIR COMO CRISTO - JUNIO 21






Por eso, hermanos míos, ya que Dios es tan bueno con ustedes, les ruego que dediquen toda su vida a servirle y a hacer todo lo que a él le agrada. Así es como se le debe adorar.  Romanos 12:1, TLA.


El vivir bajo la voluntad perfecta de Dios es otra de las características de una mente renovada y transformada, la razón es que hemos sido justificados por la gracia de Dios. Cuando nuestra vida ha entrado en una dimensión de Reino, del reino del Padre, es poco probable que vivamos en nuestro sistema de pensamientos, o que el humanismo gobierne nuestra vida.

La justificación es la mayor razón de esto que estamos tratando cuando hablamos de una mente transformada. Si Cristo no nos hubiera justificado estaríamos gobernados por el sistema del mundo, tal como ayer lo describí en la meditación de la Palabra. Pero con su muerte en la cruz, la cual es el sacrificio perfecto que el Padre requería para quitar el pecado del mundo, el Señor cargó sobre su cuerpo todo el pecado del mundo haciéndose pecado sin haber pecado ni ser pecador por su condición de justo. Ese sacrificio fue la justicia de Dios con la cual somos justificados todos los que llegamos a Su Reino por la fe en ese sacrificio de Cristo. Entonces, ¿quiénes somos los nacidos de nuevo, los que hemos sido regenerados? Santos, sí, santos por la justicia de Cristo. Hombres y mujeres apartados por Dios a través de Su Hijo. Por lo cual, debemos vivir una vida que le agrade a Él, no con buen comportamiento sino por medio de la renovación de nuestro entendimiento producto de un encuentro personal con el Cristo vivo que transforma, que restaura y que nos da vida nueva. Eso es transformación plena.




T.A.S.C.D.

Daniel 9 - 10



Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:

¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?

¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?

¿Qué pecado te muestra que debes confesar?

¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?

¿Qué mandato o precepto debes obedecer?

¿Qué promesa debes reclamar y por qué?

¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?

¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?

¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?

Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás