16 Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. 17 Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. 1 Juan 2:16 - 17. RV60.
La Biblia llama mundo no al cosmos, es decir, la parte geográfica, sino al sistema de humanismo como religión que viven las personas alejadas de Dios y de sus mandamientos y principios, las cuales están obstinadas en hacer su voluntad y no la del Dios que los creó. Mire cómo el evangelista Juan dice acerca de lo que el mundo es y por qué no debemos amar lo que ese sistema tiene: “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.” 1 Juan 2:15.
No se trata de despojarnos de aquello que hemos logrado como vivienda, vehículo, estudios, o aquellos menajes que adquirimos y necesitamos para vivir con algún grado de comodidad. Se trata de no amar ese sistema perverso que el mundo ofrece a través de la música, de la literatura, de las telenovelas, de la cultura vulgar y pagana donde el cuerpo es usado como medio de explotación sexual para enriquecer a otros. El mundo propone sexo ilícito, pornografía, música que inspire a las personas a vender su cuerpo por cualquier cosa. El mundo plantea que tú eres dueño de tu vida y puedes hacer con ella lo que quieras. Dios no tiene porque meterse en tus decisiones. Si quieres abortar, aborta; si quieres tener relaciones con tu mismo género, hazlo. Tú decides qué quieres hacer con tu cuerpo y punto. Ese es el mundo del cual no debemos amar. Si nuestra mente está renovada abandonamos toda propuesta del mundo y nos sometemos al Reino de Dios.
T.A.S.C.D.
Daniel 7 - 8
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
Daniel 7 - 8
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás