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“Sin fe es imposible que Dios se agrade”. Hebreos 11:6
¿A qué llamaremos sobrenatural? Sólo hay una respuesta: a todo aquello que únicamente puede darse de forma prodigiosa, inesperada, que viene de afuera, que viene de Dios. La vida cristiana tiene y necesita obligatoriamente ser sobrenatural, porque de no ser así confiar en este evangelio no tendría sentido común o nos pareceríamos a cualquier persona de este mundo que camina sin Dios y sin fe. La fe es el elemento clave para vivir sobrenaturalmente, porque sin ella el Reino de Dios no se mueve. Si crees, aunque no lo estés viendo, lo terminarás recibiendo. Lo sobrenatural es el resultado de creer sin ver, por ello es necesario que creas en Dios y en ti mismo para que los cielos se abran cuando confiando estás seguro que tienes a un Padre y Dios que obra siempre a tu favor ¡Créelo y lo verás!
Cuando Jesús confrontó al joven rico pidiéndole que repartiera todas sus propiedades entre los pobres, éste se puso triste, porque tenía muchas riquezas. Él fue al Maestro para conocer cómo se heredaba la vida eterna, porque tal vez creyó que con todo su dinero podía comprarla, pero se estrelló con su manera de pensar sobre algo que es totalmente sobrenatural como es la salvación del pecador. Los discípulos de Jesús tampoco entendieron el mensaje, porque al parecer la respuesta de Su Señor les pareció muy dura, y creyeron que nadie podía salvarse, aunque ellos lo habían dejado todo. Lo significativo y rescatable de esta narración es que la respuesta del Señor, fue: “para el hombre es imposible, pero para Dios todo es posible”. Sólo Dios salva, solo Dios puede hacer que tus imposibilidades se conviertan en posibilidades, porque es un asunto sobrenatural y Él es el dueño de lo que se sale de los límites humanos.
T.A.S.C.D.
2 Crónicas 34
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
2 Crónicas 34
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
