Pero nosotros no somos de los que se vuelven atrás y se pierden, sino de los que tienen fe y salvan su alma. Hebreos 10:39. RV60.
¡La verdadera fe en Dios no se rompe! Es inquebrantable. Creer va más allá de una declaración, aunque no es fácil tener fe en tiempos de pruebas o adversidades severas. Mantenerla cuando estamos en bonanza y quietud es más sencilla. Pero vivir confiados en Dios cuando las circunstancias no nos favorece, o la enfermedad o la escasez y la pobreza pueden golpear a nuestra puerta, seguro que se requiere de esa ayuda extra, llamada el Espíritu Santo para seguir creyendo. Podemos decir “creo en Dios”, pero lo mejor es que la fe sucede cuando “le creo a Dios”, aunque lo que creo no se parece en nada a lo que veo. Allí es donde las palabras del Apóstol Pablo cobran vida en nosotros, él dice: “no es por vista, es por fe, para que nadie se gloríe”.
Una fe inquebrantable es lo que observo en el capítulo 11 de Hebreos. En ese capítulo encontramos la galería de personajes que vivieron con certeza y convicción. Ellos fueron incluidos allí por vivir con una fe irrompible, que no se tira a la basura, cuando no vieron aquello que se les prometió. Todos esos ejemplos constituyen un desafío para nosotros hoy; porque aquellos creyeron sin ver y se mantuvieron firmes a pesar de persecuciones, burlas, espadas, guerras, hambre, muerte, cárceles, vituperios y muchas cosas más, y es un estimulo para la iglesia de Cristo a creer aunque lo que vive no se parezca en nada a las promesas de Dios. Aquellos creyeron aunque no recibieron, y nosotros debemos imitarlos, aunque la promesa, que es Cristo, ya se encuentra en medio nuestro. Así que, tengamos fe inquebrantable, fe que no retrocede sino que avanza. Mientras vivimos en este mundo tengamos fe que seremos arrebatados o levantados en Su regreso; y mientras esto sucede caminemos por fe, no por vista. Él está contigo.
T.A.S.C.D.
2 Crónicas 31, Job 19:1 - 29
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
2 Crónicas 31, Job 19:1 - 29
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás