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jueves, 8 de abril de 2021

SERÁS SACERDOTE PARA SIEMPRE - ABRIL 2






“El Señor hizo una promesa y no se echará atrás: «Serás sacerdote para siempre, de la misma manera que Melquisedec»”. Salmo 110:4. PDT.


El mes anterior estuvimos tratando el sacerdocio de Aarón y sus debilidades. También meditamos sobre el Sumo sacerdocio de Melquisedec, a quien, por su posición de rey-sacerdote de Salem, Dios dice que es tipo del Sumo Sacerdocio de Su hijo, según el Salmo 110:4, allí Dios dice de Jesucristo: “El SEÑOR hizo una promesa y no se echará atrás: «Serás sacerdote para siempre, de la misma manera que Melquisedec»”. No es que Cristo tenga una posición sacerdotal como la del Melquisedec, porque debemos recordar que la intención del Padre es mostrar que el Sacerdocio de Su Hijo se sale de los parámetros establecidos por la ley de Moisés para el sumo sacerdocio de Aarón. Melquisedec no tuvo genealogía sacerdotal, no se conoce su procedencia sacerdotal ni sus orígenes en este oficio, sin embargo, fue rey-sacerdote de Salem, tierra de paz. De la misma manera, Jesús nunca se proclamó sacerdote ni sumo sacerdote, su genealogía terrenal solo lo podía llevar a ser el León de la tribu de Judá. Pero Dios es experto en llamar lo que no es para traer a la luz lo que es. Esta es la razón por la que el Sumo Sacerdocio de Cristo no es del origen de la ley sino del origen de la gracia, que fue el sacerdocio que ejerció Melquisedec en la tierra de Salem.

Lo que hace resaltar el sacerdocio de Melquisedec es que Abraham le pagó el diezmo del botín conquistado en la guerra que libró para liberar a su sobrino Lot, pagando sobre sus lomos y por anticipado los diezmos como la tribu de Leví, quien sería la tribu que ministraría lo santo y el sacerdocio al pueblo. Dice el libro del Génesis que el mayor (Melquisedec) bendijo al menor (Abraham). El carácter de mayor de Melquisedec se lo da el hecho de oficiar como rey-sacerdote de parte de Dios. El carácter superior de Cristo sobre Aarón es que no hace parte de una genealogía sacerdotal terrenal sino totalmente celestial: “Tú eres mi Hijo...serás sacerdote para siempre...”




T.A.S.C.D.

Proverbios 14; 1 Crónicas 14



Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:

¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?

¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?

¿Qué pecado te muestra que debes confesar?

¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?

¿Qué mandato o precepto debes obedecer?

¿Qué promesa debes reclamar y por qué?

¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?

¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?

¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?

Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás