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sábado, 24 de abril de 2021

LA SANGRE LIMPIA NUESTRA CONCIENCIA - ABRIL 24






13 Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne, 14 ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo? Hebreos 9:13 - 14. RV60.


Hay una pregunta a resolver antes de meditar en estos dos versículos ¿qué es una conciencia de obra muerta? O ¿a qué se está refiriendo el autor de Hebreos con esta frase? De acuerdo con la religión judía las personas que se encontraban impuras debían purificarse por medio de la sangre de animales autorizados por la ley para esta finalidad, pero definitivamente sus vidas seguían sin esperanza ni salvación, porque todo aquel ritual cultico solo conseguía un alivio temporal para el hombre pecador, pero nunca la salvación eterna de su alma. Seguían en condenación eterna. Ese rito es lo que el autor llama obras muertas, ineficaces para cumplir con un plan eterno de Dios.

En el Nuevo Pacto anunciado por medio del profeta Jeremías Dios promete un cambio radical a través de un cambio sacerdotal: un cambio de corazón causado por un cambio de relación a través de un acto de amor: La muerte del Cordero de Dios. Su sangre nos purifica, para que estemos seguros de que hemos sido perdonados y para que podamos servir a Dios que vive para siempre. La falta de perdón o el no sentirse perdonado es esa conciencia muerta; pero Cristo cuando derramó su sangre selló el Nuevo Pacto prometido en Jeremías, estableciendo la gracia de Dios en Él como el medio perfecto y único de salvación para esta humanidad perdida. Esto significa que de conciencia muerta pasamos a una conciencia viva, santa y con la paz de Cristo que nos pone a cuenta con Dios. La deuda fue pagada en una cruz, ahora no hay nada que nos señale ni nos juzgue. La muerte fue derrotada ¡¡¡¡Aleuyaaaa!!!!!




T.A.S.C.D.

Eclesiastés 5; 2 Crónicas 7



Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:

¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?

¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?

¿Qué pecado te muestra que debes confesar?

¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?

¿Qué mandato o precepto debes obedecer?

¿Qué promesa debes reclamar y por qué?

¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?

¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?

¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?

Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás