Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia Hebreos 5:7, 8, RV60.
Repita conmigo: “Cristo, aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia”. Nace otra pregunta, ¿Cristo necesitaba aprender a obedecer al Padre? La respuesta podría llegar a ser sí desde la parte humana; como también, es no desde la parte divina, porque Él es Dios. El autor de Hebreos pretende mostrarnos que la obediencia humana del Señor fue la clave para que el Hijo de Dios no hiciera nada bajo sus principios o intereses. Cristo en su humanidad se sujeto al Padre dependiendo siempre del Espíritu Santo. Desde su escogencia como Salvador hasta la resurrección y glorificación cuando fue recibido al cielo, caminó en obediencia. La obediencia de Cristo es la que debe ser imitada por cada uno de sus seguidores.
Cuando Jesús estaba siendo bautizado por Juan el Bautista en el río Jordán, una voz del cielo dijo: “Este es mi Hijo amado en quien tengo complacencia”. De nadie más el Padre ha dicho algo semejante. Las mismas palabras las volvemos a escuchar en el monte de la transfiguración, cuando Jesús, Moisés y Elías se reúnen para hablar algo muy seguramente con su próxima tarea, como es la de ir a cumplir en la cruz el plan Eterno de salvación. Melquisedec es tipo de Jesús porque el no se halló genealogía sacerdotal o real, sin embargo lo fue en aquel lugar llamado Salem; pero Cristo es aquel verdadero Melquisedec que fue rey y sacerdote de Salem, pero ahora lo es de toda la humanidad caída que en obediencia se acerca a Él para hallar gracia y perdón por sus pecados. Los padecimientos de Cristo en obediencia a Su Padre lo constituyen en verdadero Rey- Sacerdote de nuestra salvación.
T.A.S.C.D.
Proverbios 11; 1 Crónicas 11
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
Proverbios 11; 1 Crónicas 11
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás