¡CUARTA ADVERTENCIA! - MARZO 31

11 Tengo un mensaje extenso para ustedes en cuanto a este tema y les resultará muy complicado de entender porque ustedes se han vuelto bastante flojos. 12 Ya es hora de que sean maestros, pero todavía necesitan a alguien que les explique lo más elemental de las enseñanzas de Dios. Todavía necesitan las enseñanzas que son como leche, pues no están listos para la comida sólida. Hebreos 5:11 - 12. PDT.

¿A quién cree que le está hablando el autor de los Hebreos? A creyentes de mucho tiempo que estaban dudando de Cristo y su obra mesiánica. No eran creyentes recién llegados al evangelio, ya habían degustado de la salvación tan grande que Cristo otorga a quienes han entrado a Él quien es el verdadero y único reposo, a través de quien descansamos verdaderamente; por medio del cual tenemos entrada segura al lugar santísimo y somos escuchados por el Padre. Ese Jesucristo es Dios hecho Hombre que como Sumo Sacerdote se compadece de nosotros en nuestras debilidades por cuanto también pasó por allí en su transito terrenal, garantizándonos que podemos obedecer y seguir adelante a pesar de cualquier tipo de situación peligrosa y amenazante por la que atravesemos. Él es nuestro Buen Pastor como dice el Salmo 23.

Esta cuarta advertencia está llamando a reflexión a toda la Iglesia de Cristo, quienes nos quedamos muchas veces en los problemas, las adversidades y dificultades; tomando estas situaciones incomodas como excusas para abandonar la fe o aflojar en nuestras convicciones frente a quién es Jesús y su Plan Eterno. Es muy difícil enseñar cosas eternas, del cielo a quienes siguen pensando, actuando y viviendo como niños frente a grandes verdades eternas de la fe cristiana. No podemos salir huyendo si somos maduros cuando las cosas se ponen de otro color y nuestra vida se encuentra en peligro. Hay que seguir siendo cristiano, aún a pesar de la persecución y prueba que estemos pasando. Eso es madurez espiritual.

T.A.S.C.D.

Proverbios 12; 1 Crónicas 12


Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:

¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?

¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?

¿Qué pecado te muestra que debes confesar?

¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?

¿Qué mandato o precepto debes obedecer?

¿Qué promesa debes reclamar y por qué?

¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?

¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?

¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?

Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás