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martes, 13 de abril de 2021

FUE CON JURAMENTO DEL PADRE - ABRIL 13






20 ¡Y no fue sin juramento! Los otros sacerdotes llegaron a serlo sin juramento, 21 mientras que este llegó a serlo con el juramento de aquel que le dijo: «El Señor ha jurado, y no cambiará de parecer: “Tú eres sacerdote para siempre”». Hebreos 7:20 - 21. NVI.


Hebreos 7:20 - 28 encontramos tres razones por las cuales el sacerdocio de Jesucristo es superior a cualquier sacerdote Aarónico. La primera, es que es superior al cualquier sacerdocio aarónico porque fue establecido con juramento. Mientras que en antiguo pacto el sacerdocio era un asunto generacional y designado para Aarón y sus hijos, el Sacerdocio de Cristo proviene de un juramento directo de Dios: “Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec…”

La segunda razón, es que el sacerdocio de Cristo salva perpetuamente, los sacrificios del sacerdocio aarónico apuntaban a Cristo pero no salvaban al hombre pecador, solo había un alivio temporal por un año. Y Finalmente, Jesucristo es mediador de un mejor pacto, el pacto basado en la gracia de Dios y no en el cumplimiento de leyes y preceptos, los cuales debían cumplirse todos y al 100% para alcanzar el favor de Dios. Eso era incumplible para el pecador, porque al dejar de cumplir un solo de los mandamientos quedaba excluido de la gracia para ser salvo. Cristo vino para cumplir toda la ley, sin mancha, sin arruga, con vestiduras santas; y, de esta manera, atraer para sí al pecador a fin de perfeccionarlo delante del Padre y presentarlo como alguien puro, digno y justificado por un único medio: la fe en el sacrificio de este Sumo Sacerdote y Cordero de Dios. Eso es de gran alegría para todos.




T.A.S.C.D.

Proverbios 25; 1 Crónicas 25



Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:

¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?

¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?

¿Qué pecado te muestra que debes confesar?

¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?

¿Qué mandato o precepto debes obedecer?

¿Qué promesa debes reclamar y por qué?

¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?

¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?

¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?

Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás