Luego Josué envió en secreto a dos espías desde el campamento israelita que estaba en la arboleda de Acacias y les dio la siguiente instrucción: «Exploren bien la tierra que está al otro lado del río Jordán, especialmente alrededor de la ciudad de Jericó». Josué 2:1, NTV.
¡Exploren bien la tierra! Fue la instrucción que le dio a los dos espías. Cualquier lugar, sea físico o espiritual, que necesitamos conquistar o ensanchar o extender requiere de la acción de explorarlo primero y hacer una buena auditoria de cómo se encuentra ese sitio y las probabilidades de tomarlo según nuestras estrategias o las de Dios y con los recursos con los que contamos para lograr el cometido. Es muy interesante observar que mientras 40 años a tras Moisés escogió a 12 líderes espías que fueran a reconocer la tierra, todo terminó en una disciplina por parte de Dios, ahora el plan de Josué fue solo con dos espías. O había mucha seguridad de que con eso era suficiente para explorar la tierra prometida o Josué no quiso arriesgarse tanto como lo hizo Moisés. Tal vez envió a uno de su casa y el otro era de la casa de Caleb, gente de mucha confianza y de resultados rápidos, y así fue.
Tengo mi propia hipótesis sobre solo dos espías, es que estaba tan prevenido el rey de Jericó con el pueblo de Dios y había escuchado de las victorias de Josué cuando peleó contra las otras naciones camino a Canaán, que Josué consideró que esta estrategia no pondría en aviso a los habitantes de ese primer territorio a conquistar. Lo otro que necesitamos observar es que para Rahab, la ramera, sería más fácil esconder a Dos que a doce como en los tiempos de Moisés. Todo lo que aquellos dos hombres hicieron fue posar en la casa y negocio de aquella mujer de poca reputación y por los labios de ella conocer la condición emocional y militar de aquel pueblo. Obtener información y recibir protección de sus vidas por parte de aquella mujer, terminó en un pacto de salvación con ella y su familia cuando Josué y su ejército conquistaran a Jericó. Un cordón de hilo rojo era la única señal que se tendría para saber que aquella casa sería salvada por causa de la buena obra que hizo Rahab. Llegar a una casa de una mujer y un pacto fue todo lo que ocurrió en el trabajo expiatorio de aquellos dos hombres, pero suficiente para conquistar a Jericó.
Leer:1 Samuel 29 - 30
Para pensar:
Para pensar:
- ¿Quién es Dios/qué hace en mi vida?
- Pecado a confesar o evitar
- Actitud a mantener, cambiar o mejorar
- Mandato a obedecer
- Promesa para reclamar
- Ejemplo digno de imitar o evitar
- ¿QUÉ ME DICE DIOS?
- ¿Qué le respondo?
Éste y todos los mensajes publicados han sido tomados con permiso del cuadernillo devocional TIEMPO A SOLAS CON DIOS escrito por el pastor Marcos Manrique de la iglesia CBI Medellín, para más información clic aquí
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