Dios bendice a los que confían totalmente en él, pues ellos forman parte de su reino. Mt. 5:3. TLA.
En la versión Reina– Valera este mismo versículo dice: “Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el Reino de Dios”. ¿Quieres ser sal & luz? Comienza siendo un pobre de espíritu. La palabra bienaventurado es alguien que es “dichoso” o “feliz” por algo o alguien. Hay mucha gente feliz en el mundo, pero vuelven a tener tristeza cuando ocurre un evento negativo que afecta sus emociones. El cristiano no basa su felicidad o dicha en asuntos emocionales, lo hace en las promesas de su Dios. Pablo el Apóstol dice que el Gozo del Señor es nuestra fortaleza como hijos de Dios.
Antes de pretender ser alguien bueno en esta vida, nuestro primer deber es volvernos personas pobres en el espíritu. Personas necesitadas siempre de Dios, que nunca nos sintamos satisfechos de lo que tenemos de Dios, sino que siempre busquemos más de Él. Un verdadero cristiano nunca está lleno de Dios, sabe que algo falta y lo va buscar a la fuente, al Padre.
Leer: Jeremías 23
Lectura complementaria: Jeremías 24
Para pensar:
Lectura complementaria: Jeremías 24
Para pensar:
- ¿Quién es Dios/qué hace en mi vida?
- ¿Qué dice de mi como creyente?
- Pecado a confesar o evitar
- Actitud a mantener, cambiar o mejorar
- Mandato a obedecer
- Promesa para reclamar
- Ejemplo digno de imitar o evitar
- ¿QUÉ ME DICE DIOS?
- ¿Qué le respondo?
Éste y todos los mensajes publicados han sido tomados con permiso del cuadernillo devocional TIEMPO A SOLAS CON DIOS escrito por el pastor Marcos Manrique de la iglesia CBI Medellín, para más información clic aquí
Las ilustraciones de nuestros mensajes pertenecen a sus respectivos autores.
