Es necesario que él crezca, pero
que yo mengüe. Juan 3:30.
Quien anhela, desea o intencionalmente quiere que Dios le llame a Su servicio debe poner en su corazón la ecuación “yo menguo, Él crece”. Esta ecuación es más que humillarse, es rendición total para nunca hacer algo que lo descalifique del ministerio y siempre sea “un obrero de Cristo que no tiene nada de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad”.
El ministerio cristiano no importando el cargo o el Don ministerial está centrado en la persona de Cristo y no en el hombre y la mujer escogida por el Espíritu para llevar el nombre de Su Señor y hacer aquello que Dios le envía a que haga en Su nombre. Nunca permita que el orgullo y la vanagloria le tome el corazón creyendo que las cosas suceden por quién es usted, olvidándose que es por causa de Cristo y por su obra redentora en la cruz. Lleve todo orgullo a la cruz en este momento y permita que un corazón contrito y humillado como el de Cristo sea el que lo gobierne para hacer la obra de Dios.
Leer: Apocalipsis 6
Lectura complementaria: : Apocalipsis 7
Para pensar:
- ¿Quién es Dios/qué hace en mi vida?
- ¿Qué dice de mi como creyente?
- Pecado a confesar o evitar
- Actitud a mantener, cambiar o mejorar
- Mandato a obedecer
- Promesa para reclamar
- Ejemplo digno de imitar o evitar
- ¿QUÉ ME DICE DIOS?
- ¿Qué le respondo?
Éste y todos los mensajes publicados han sido tomados con permiso del cuadernillo devocional TIEMPO A SOLAS CON DIOS escrito por el pastor Marcos Manrique de la iglesia CBI Medellín, para más información clic aquí
Las ilustraciones de nuestros mensajes pertenecen a sus respectivos autores.