Y recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo y me seréis testigos en Jerusalén, en Judá, en Samaria y hasta lo último de la tierra. Hechos 1:8.
Un ministro del evangelio sin la presencia activa del Espíritu Santo en su vida es muy poco lo que podrá lograr como obrero de Cristo; porque el trabajo ministerial se sustenta en la comunión con Cristo y en una vida llena del Espíritu Santo.
Considerando las palabras del Señor en la promesa de Hechos 1:8 Su iglesia es llamada a ser testigo de lo que Él hace, no protagonista.
En esta carta leemos frases como: “Enviados por el Espíritu”, “el Espíritu hablando dijo: apartadme a Pablo y a Bernabé…”, “el Espíritu les impidió ir a…”. Todas son alusivas a que el Espíritu Santo es el autor principal de la obra que hace Cristo aquí en la tierra. El Espíritu habla, guía, define a donde ir, guarda de peligro al vida de los escogidos y convence de pecado de justicia y de juicio al pecador. El ministerio cristiano es una dependencia total de lo que el Espíritu Santo quiere hacer para glorificar el nombre de Cristo.
Leer: Apocalipsis 4
Lectura complementaria: Apocalipsis 5
Para pensar:
Lectura complementaria: Apocalipsis 5
Para pensar:
- ¿Quién es Dios/qué hace en mi vida?
- ¿Qué dice de mi como creyente?
- Pecado a confesar o evitar
- Actitud a mantener, cambiar o mejorar
- Mandato a obedecer
- Promesa para reclamar
- Ejemplo digno de imitar o evitar
- ¿QUÉ ME DICE DIOS?
- ¿Qué le respondo?
Éste y todos los mensajes publicados han sido tomados con permiso del cuadernillo devocional TIEMPO A SOLAS CON DIOS escrito por el pastor Marcos Manrique de la iglesia CBI Medellín, para más información clic aquí
Las ilustraciones de nuestros mensajes pertenecen a sus respectivos autores.