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Con esta reflexión finalizamos este estudio sobre lo importante del sueño que Dios regala. Observando la vida de José desde sus 17 hasta los casi 33 años en que llegó a ser el gobernador de Egipto, estando solamente Faraón por encima de él, podemos entender en lo espiritual que trece años de procesos valió la pena, porque él terminó en el lugar que Dios había determinado colocarlo para salvación de su familia y de la nación de Israel que nacía en los lomos de su padre Jacob, quien portaba la bendición de Abraham y de Isaac sobre sus lomos.
Sobre la mente de José nunca estuvo tal designación, pero Dios nos ha llamado a ser reyes y sacerdotes para su Reino en cualquier lugar de la tierra. No sé qué pasaría por la mente del hijo de Jacob, la Biblia tampoco lo dice, pero lo que si dice es que José fue llamado para preservación de un pueblo y para que el plan de salvación de Dios no muriera en Egipto. Cada sueño de Dios tienen un Faraón que te espera y un José que eres tú.
Leer: Job 38
Lectura complementaria: Salmos 69
Para pensar:
Lectura complementaria: Salmos 69
Para pensar:
- ¿Quién es Dios/qué hace en mi vida?
- ¿Qué dice de mi como creyente?
- Pecado a confesar o evitar
- Actitud a mantener, cambiar o mejorar
- Mandato a obedecer
- Promesa para reclamar
- Ejemplo digno de imitar o evitar
- ¿QUÉ ME DICE DIOS?
- ¿Qué le respondo?
Éste y todos los mensajes publicados han sido tomados con permiso del cuadernillo devocional TIEMPO A SOLAS CON DIOS escrito por el pastor Marcos Manrique de la iglesia CBI Medellín, para más información clic aquí
Las ilustraciones de nuestros mensajes pertenecen a sus respectivos autores.
