
Uno de los propósitos que tuvo el Señor al enviarnos al “Otro Consolador” consistió en ofrecernos una ayuda poderosa y muy valiosa para poder la vida cristiana. De hecho, el Apóstol Pablo nos dice: “el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad”. Ro. 8:26.
Así como la vida de aquellos 120 discípulos fue cambiada al portar la presencia del Espíritu Santo, también tu vida es transformada cuando recibes esa misma presencia. Necesitas el Bautismo y la llenura del Espíritu para que puedas vivir una vida cristiana victoriosa, con poder de lo Alto, haciendo avanza el Reino de Dios en cada lugar a donde eres enviado. Cierra tus ojos en este momento y pídele al Padre que te revista con la presencia de Su Santo Espíritu. Hoy puede ser el día que su llenura cambie tu cristianismo y el dominio de la carne se sujete a la vida del Espíritu que mora dentro de ti.
Leer: Juan 15
Lectura complementaria: Juan 16
Para pensar:
- ¿Quién es Dios/qué hace en mi vida?
- ¿Qué dice de mi como creyente?
- Pecado a confesar o evitar
- Actitud a mantener, cambiar o mejorar
- Mandato a obedecer
- Promesa para reclamar
- Ejemplo digno de imitar o evitar
- ¿Qué me dice Dios?
Las ilustraciones de nuestros mensajes pertenecen a sus respectivos autores.