Si usted es un ávido lector de la Palabra de Dios y le gusta esculcar en cada uno de los detalles de la misma, seguramente es de esas personas que se habrá fijado en el antes y el después de aquel personaje llamado Simón Pedro, uno de los tres discípulos con lo que el Señor mantuvo intimidad y mucha comunión.
Una cosa es el Pedro que le cortó la oreja a uno de los soldados, o el que atrevidamente le dijo a
Su Señor: “si eres tú manda que yo ande sobre las aguas”. Como también, en las tres ocasiones
en que negó a Cristo cuando iba camino a la cruz. Pero otra cosa es el Pedro que se levanta en Pentecostés después de haber sido lleno del Espíritu Santo. El Pedro del después es un hombre atrevido en defender la fe de Su Señor. Es aquel que sabe cuál es el camino correcto para alcanzar la vida eterna. Después de ser llenos del Espíritu nuestra vida es transformada y útil para el Reino
de Cristo.
Leer: Juan 17
Lectura complementaria: Juan 18
Para pensar:
- ¿Quién es Dios/qué hace en mi vida?
- ¿Qué dice de mi como creyente?
- Pecado a confesar o evitar
- Actitud a mantener, cambiar o mejorar
- Mandato a obedecer
- Promesa para reclamar
- Ejemplo digno de imitar o evitar
- ¿Qué me dice Dios?
Las ilustraciones de nuestros mensajes pertenecen a sus respectivos autores.