Es muy interesante descubrir en la Escritura misma que el evangelio de Cristo está basado sobre el fruto del Espíritu llamado “el amor”. Nadie puede amar a Dios sin amar al mismo tiempo a todo el resto de las criaturas que el Dios mismo creó para su gloria y alabanza. De hecho, el primer pilar o fundamento de la vida Cristiana es el Gran Mandamiento: Amar a Dios y amar al prójimo como a ti mismo.
La unión vital con Dios a través de Cristo es incompleto si no hacemos parte de la otra unión vital, la de ser compañero con comunión de mis otros hermanos en la fe. Los GV, el Templo y cualquier otra actividad que vincule a los miembros de la iglesia local no cumplirán su propósito si es solo una actividad. Todo lo que hagamos dentro y fuera de la iglesia debe llevar el sello de establecer compañerismo seguro y confiable, basado en el amor.
El Apóstol Juan dice que quien no ama a su hermano a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve. Las relaciones son vitales para crecer.
Leer: Gálatas 1
Lectura complementaria: Gálatas 2
Para pensar:
- ¿Quién es Dios/qué hace en mi vida?
- ¿Qué dice de mi como creyente?
- Pecado a confesar o evitar
- Actitud a mantener, cambiar o mejorar
- Mandato a obedecer
- Promesa para reclamar
- Ejemplo digno de imitar o evitar
- ¿Qué me dice Dios?