Ministerio es servir. Viene del griego “ministrare” que fue tomado del hebreo “Obed”, cuyo significado es “siervo”. Servir es fundamental para el desarrollo de nuestro carácter cristiano y nos asemeja al carácter de Jesús. Él mismo dijo: “Sabed que todos los gobernantes de las naciones se enseñorean de sus súbditos, mas no será así entre ustedes; porque el que quiere ser mayor entre vosotros, debe servirle al menor. Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir”.
Después del amor que produce comunión, el ser siervo de mi prójimo y del Señor es una caracterización de que nos ayuda a crecer como discípulo Suyo. Hay dos maneras de servir. Adentro de la obra de Dios, donde pongo todos los dones y talentos que Dios me ha regalado para aportar en cada uno de los Departamentos y Ministerios. Y afuera de la obra, por medio de la obra de acción social, aplicando Miqueas 6:8. Todos tenemos algo que aportar para que el evangelio de Cristo se siga esparciendo hasta lo último de la tierra y alcancemos a más personas para el Señor. No te quedes sentado en tu silla, sal de ella y ponte en movimiento, Dios te necesita.
Leer: Romanos 11
Lectura complementaria: Romanos 12
Para pensar:
- ¿Quién es Dios/qué hace en mi vida?
- ¿Qué dice de mi como creyente?
- Pecado a confesar o evitar
- Actitud a mantener, cambiar o mejorar
- Mandato a obedecer
- Promesa para reclamar
- Ejemplo digno de imitar o evitar
- ¿Qué me dice Dios?