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La clave de una madurez emocional-espiritual es la relación YO-TÚ. En 1923 el teólogo judío Martín Buber escribió un libro brillante pero difícil de leer titulado I and thou (yo y tú). Buber describió la relación más sana y madura posible entre los seres humanos como una relación <<yo-tú>>.
Reconociendo que cada ser humano y yo fuimos hechos a imagen de Dios, <<eso los hace un tú para mí, y un yo para ellos>>. Por lo que en esa relación, delante de Dios, toda persona merece el respeto que yo merezco. No lo deshumanizo ni lo trato con indignidad. Lo afirmo, como tener un ser humano único y separado aparte de mí.
Buber dio que las relaciones verdaderas solo pueden existir entre dos personas deseosas de conectarse a través de sus diferencias. Cuando amamos al prójimo como un tú, la presencia de Dios se manifiesta en las relaciones que establecemos a lo largo de nuestra existencia en esta tierra. Cuando alcanzamos la practica de la relación YO-TÚ estamos llegando a la madurez emocional que necesitamos para adorar a Dios contemplativamente.
Leer: Éxodo 40
Lectura complementaria: Levítico 1
Para pensar:
- ¿Quién es Dios/qué hace en mi vida?
- ¿Qué dice de mi como creyente?
- Pecado a confesar o evitar
- Actitud a mantener, cambiar o mejorar
- Mandato a obedecer
- Promesa para reclamar
- Ejemplo digno de imitar o evitar
- ¿Qué me dice Dios?
