MI ALTAR FAMILIAR
Día 28. Semana 28/40.
“Recuerden, el fuego del Altar se mantendrá encendido; nunca debe apagarse”. Levítico 6:13. NTV
TEMA: PRIMERO DIOS
«9 Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos; 10 Y serán llenos tus graneros con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto. Proverbios 3:9 – 10, RV60.
Le invitamos a leer todo el capítulo 3 de Proverbios. De esta manera se puede comprender la meditación de la Palabra.
**Prepare un compartir en familia (Desayuno, almuerzo o cena)
**Recuerde que este es un tiempo para exaltar el nombre de Dios y reconocerlo como el Señor de su casa.
**Disfruten de la reunión sin prisa y sin pausa y permita que el Espíritu Santo haga la obra en cada uno.
**Lea primero la meditación de esta palabra y busque estrategias didácticas que le ayuden para compartir este mensaje.
OREMOS:
Amado Jesús, cada semana nos alistamos y disponemos en familia para escuchar tu Palabra, permitiendo que Ella nos edifique, nos direccione y guarde nuestras vidas al ponerla por obra en este hogar. Muchas gracias por tu Palabra Señor Jesús, amén.
MEDITEMOS LA PALABRA EN FAMILIA:
El consejo de hoy tiene que ver con la honra a Dios. Parte de nuestra sabiduría o temor de Dios está asociado con este principio. Podemos decirle a una persona que la amamos mucho, pero las palabras se las lleva el viento. Sólo cuando esa frase va acompañada de una acción sacrificial es en verdad el momento de hacer de dicha declaración una demostración real y viva del amor que proclamamos. Imagínese que un esposo le diga a su esposa que la ama mucho, pero la pone a pasar hambre porque no le da para las provisiones que se necesitan en el hogar, o la golpea, o la humilla. Ese amor que dice tenerle a su esposa es irreal o fuera del concepto de amor verdadero.
Salomón, después de venir disertando acerca de la sabiduría emite el consejo vital para toda aquella persona que dice amar a Dios. Le demanda honra plena a Dios. Observe cómo lo declara: “Honra al Señor con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos”. Honrar al Señor es ponerlo en el primer lugar de toda nuestra existencia y considerar que Él es y debe ser el primero en todo lo que haga y soy. Lo primero de mi tiempo, de mi economía, de mi pensamiento, de mi trabajo o de cualquier otra área de mi vida le pertenece a Dios, si en verdad tengo el convencimiento de que lo amo.
Buscar a Dios en oración a la primera hora del día, asistir cada domingo al servicio de adoración, leer la Biblia todos los días, entregar el diezmos cada vez que recibimos el pago de nuestro trabajo, servirle en la iglesia local donde nos congregamos y compartir de Jesús a otros, hacen parte de la honra que le damos a Él por ser quién es: Nuestro Dios y Señor.
¿Cuál es el aprendizaje de hoy?
Salomón nos enseña a honrar a Dios en todas las áreas de nuestra existencia. Si en verdad Dios significa todo para nuestra vida; entonces, todo lo que soy, lo que poseo y lo que logre conseguir le pertenece a Él, porque es nuestro Padre y cada uno de nosotros somos sus hijos.
Honrar a Dios con lo que somos y poseemos es vital para una vida de mucha prosperidad. De hecho, Salomón escribe que quien honra a Dios con lo primero de todo en su vida, siempre tendrá abundancia de todo lo que produzca. Por eso declara una promesa: “Y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto”. La abundancia es el resultado de poner a Dios en el primer lugar de nuestra vida.
Muchas personas atraviesan su vida con escasez, pobreza y dificultades y esto les parece normal; pero Dios nunca determinó este estilo de vida para sus hijos. Su llamado es a la abundancia y que seamos prósperos en todo, sin olvidarnos de devolverle a Él lo primero que recibamos de Sus manos. Esta es la clave para una vida de salud espiritual, emocional, económica y social abundante.
PARTICIPACIÓN EN FAMILIA:
Socialicen el tema y compartan entre todos lo que hemos meditado hoy. Pidan perdón si han fallado en darle lo primero de su vida y economía a Dios y oren.
Cierre leyendo Números 6:24 – 26.
Día 28. Semana 28/40.
“Recuerden, el fuego del Altar se mantendrá encendido; nunca debe apagarse”. Levítico 6:13. NTV
TEMA: PRIMERO DIOS
«9 Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos; 10 Y serán llenos tus graneros con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto. Proverbios 3:9 – 10, RV60.
Le invitamos a leer todo el capítulo 3 de Proverbios. De esta manera se puede comprender la meditación de la Palabra.
**Prepare un compartir en familia (Desayuno, almuerzo o cena)
**Recuerde que este es un tiempo para exaltar el nombre de Dios y reconocerlo como el Señor de su casa.
**Disfruten de la reunión sin prisa y sin pausa y permita que el Espíritu Santo haga la obra en cada uno.
**Lea primero la meditación de esta palabra y busque estrategias didácticas que le ayuden para compartir este mensaje.
OREMOS:
Amado Jesús, cada semana nos alistamos y disponemos en familia para escuchar tu Palabra, permitiendo que Ella nos edifique, nos direccione y guarde nuestras vidas al ponerla por obra en este hogar. Muchas gracias por tu Palabra Señor Jesús, amén.
MEDITEMOS LA PALABRA EN FAMILIA:
El consejo de hoy tiene que ver con la honra a Dios. Parte de nuestra sabiduría o temor de Dios está asociado con este principio. Podemos decirle a una persona que la amamos mucho, pero las palabras se las lleva el viento. Sólo cuando esa frase va acompañada de una acción sacrificial es en verdad el momento de hacer de dicha declaración una demostración real y viva del amor que proclamamos. Imagínese que un esposo le diga a su esposa que la ama mucho, pero la pone a pasar hambre porque no le da para las provisiones que se necesitan en el hogar, o la golpea, o la humilla. Ese amor que dice tenerle a su esposa es irreal o fuera del concepto de amor verdadero.
Salomón, después de venir disertando acerca de la sabiduría emite el consejo vital para toda aquella persona que dice amar a Dios. Le demanda honra plena a Dios. Observe cómo lo declara: “Honra al Señor con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos”. Honrar al Señor es ponerlo en el primer lugar de toda nuestra existencia y considerar que Él es y debe ser el primero en todo lo que haga y soy. Lo primero de mi tiempo, de mi economía, de mi pensamiento, de mi trabajo o de cualquier otra área de mi vida le pertenece a Dios, si en verdad tengo el convencimiento de que lo amo.
Buscar a Dios en oración a la primera hora del día, asistir cada domingo al servicio de adoración, leer la Biblia todos los días, entregar el diezmos cada vez que recibimos el pago de nuestro trabajo, servirle en la iglesia local donde nos congregamos y compartir de Jesús a otros, hacen parte de la honra que le damos a Él por ser quién es: Nuestro Dios y Señor.
¿Cuál es el aprendizaje de hoy?
Salomón nos enseña a honrar a Dios en todas las áreas de nuestra existencia. Si en verdad Dios significa todo para nuestra vida; entonces, todo lo que soy, lo que poseo y lo que logre conseguir le pertenece a Él, porque es nuestro Padre y cada uno de nosotros somos sus hijos.
Honrar a Dios con lo que somos y poseemos es vital para una vida de mucha prosperidad. De hecho, Salomón escribe que quien honra a Dios con lo primero de todo en su vida, siempre tendrá abundancia de todo lo que produzca. Por eso declara una promesa: “Y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto”. La abundancia es el resultado de poner a Dios en el primer lugar de nuestra vida.
Muchas personas atraviesan su vida con escasez, pobreza y dificultades y esto les parece normal; pero Dios nunca determinó este estilo de vida para sus hijos. Su llamado es a la abundancia y que seamos prósperos en todo, sin olvidarnos de devolverle a Él lo primero que recibamos de Sus manos. Esta es la clave para una vida de salud espiritual, emocional, económica y social abundante.
PARTICIPACIÓN EN FAMILIA:
Socialicen el tema y compartan entre todos lo que hemos meditado hoy. Pidan perdón si han fallado en darle lo primero de su vida y economía a Dios y oren.
Cierre leyendo Números 6:24 – 26.