» 2 Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. 3 Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; 4 mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. Mateo 25:2 - 4, RV60.
Hay dos tipos de servidores en el Reino de Dios. Están los prudentes y se encuentran los insensatos. La parábola de las diez vírgenes que tenían unas lámparas con aceite para mantener la llama encendida mientras aparecía el novio, es otra de las narraciones del Señor acerca de Su segunda venida. Él dice que el Reino de los cielos se asemeja a diez doncellas que están esperando al que podría ser el esposo de una de ellas, seguramente esperando que Él se fijara en una de ellas. Pero sucede que cinco de ellas fueron fieles y prudentes, mientras que las otras cinco fueron insensatas e infieles, porque se descuidaron durante la noche y no tuvieron en cuenta que el aceite de sus lámparas se agotaría en el tiempo de la espera, lo que pondría en peligro su matrimonio de ser la escogida.
Las vasijas y el aceite tienen un símbolo profético en la Palabra de Dios. Recordemos la historia de la mujer del profeta que enviudó y los acreedores estaban por quitarle a sus hijos como pago de la deuda que había dejado su esposo. El profeta le dijo que si ella tenía algo de aceite debía pedir prestada vasijas, mientras hubiera vasijas el aceite fluiría para siempre estuviesen llenas muchas vasijas. Las vasijas representan lo limitado de los nuestros recursos, mientras que el aceite representan lo ilimitado de los recursos de Dios, simbolizan al Espíritu Santo. La insensatez de un siervo consiste en hacer la obra de Dios con sus propios recursos, mientras que la sensatez es hacerla con los recursos celestiales, hacerla llenos del Espíritu Santo.
T.A.S.C.D.
EZEQUIEL 43; Lucas 16
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
EZEQUIEL 43; Lucas 16
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás