» Sean agradecidos en toda circunstancia, pues esta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús. 1 Tesalonicenses 5:23, NTV.
Cuán necesario es tener un corazón agradecido con Dios y con las demás personas en cualquier circunstancia. La gratitud es un factor determinante para mantener el equilibrio emocional y espiritual en la vida. El Apóstol Pablo le escribe a la iglesia de Tesalónica una serie recomendaciones sobre la actitud que deben tener frente a diferentes situaciones por las que atraviesan, incluso si las mismas no les favorecen. Les invita a honrar a sus lideres espirituales y a demostrarles amor por la obra que realizan (v12), a vivir en paz entre ellos mismos (v13), amonestar a los perezosos (v14), alentar a los tímidos (v14), a cuidar con ternura a los débiles (v14), a practicar la paciencia con todos (v14), a pagar con bien a pesar del mal con que nos hayan tratado (v15), a estar siempre alegre (v16), a orar sin cesar (v17), a vivir con gratitud (v18), a no apagar al Espíritu Santo que mora en nosotros (v19), a no burlarse de la profecía (v20), y alejarse de toda clase de mal (v22).
Si observa con detalle cada una de estas recomendaciones podrá darse cuenta que cada una son actitudes que el Apóstol nos invita a vivir como demostración de un corazón que vive la gratitud. Hay que entender que para Dios es importante ver que en sus hijos hay gratitud en todo momento y circunstancia, porque quien vive así nunca se amarga su vida, a pesar de estar pasando por duras pruebas o en momentos de intensa paz y prosperidad. Si estás en momentos de pleno gozo, da gracias a Dios; si no estás viviendo en prosperidad o en paz, de todas maneras gózate en Dios y dale gracias por lo que estás pasando. Así te pareces a Él.
T.A.S.C.D.
EZEQUIEL 27; SALMOS 150
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
EZEQUIEL 27; SALMOS 150
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás