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»4 Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza; alabadle, bendecid su nombre. 5 Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones. Salmos 100:4 - 5. RV60.
El Salmista reitera la razón de la gratitud a Dios, diciendo: “para siempre es Su misericordia”. Observe que la frase dice que es “para siempre”, no algunas veces, no ocasionalmente, no en ciertos momentos…¡No! Es para siempre que las misericordias de Dios se expresan a nuestro favor. Esos se llama factor gracia de Dios. “Por las misericordias de Dios no hemos sido destruido” dice el profeta Jeremías en el libro de Lamentaciones. Justicia es darle a cada quien lo que se merece, pero gracia es darle a cada quien lo que no se merece. Esto último fue lo que sucedió en un madero a través de una transacción espiritual. Dios mostró Su amor para con nosotros, que siendo pecadores y estando separados de Dios, Él por amor murió por cada uno de los pecadores de esta tierra” Romanos 5:8.
Para muchos de nosotros la salvación se obtiene confesando a Jesús con nuestros labios y creyendo en nuestro corazón que Él es el Señor, como dice Hechos 16:31. Pero la salvación se logró por medio de un acto de amor: “un justo (Cristo) murió por un injusto (tú)”. Este intercambio que se hizo en el Gólgota le cambió la historia a muchas personas, entre esas cada lector de esta meditación. Entonces, cómo no entrar por sus puertas con acción de gracias si somos salvos por causa del Gran amor de Dios. Cada mañana y cada noche medita con acción de gracias por las misericordias de Dios que son nuevas en cada amanecer.
T.A.S.C.D.
EZEQUIEL 31; Lucas 4
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
EZEQUIEL 31; Lucas 4
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
