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»4 Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza; alabadle, bendecid su nombre. 5 Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones. Salmos 100:4 - 5. RV60.
No todas las veces que deseamos ofrecerle gratitud a Dios debemos hacerlo con una ofrenda material. Es cierto que la misma Palabra demanda presentarnos delante de Él con una dádiva como muestra de Su gran amor y bondad para con nosotros. Pero muchas veces, y el algunas circunstancias, la ofrenda que podemos llevar es un corazón lleno de agradecimiento por todos los actos de amor y bondad de ese ser supremo a quien llamamos Dios. En Éxodo 15 observamos como María la hermana de Moisés compone un Salmo de alabanza a la grandeza de Dios por la salvación recibida al no permitir que el ejército de Faraón los atrapara frente al Mar Rojo. Si vas a este capítulo de la Biblia encuentras una serie de razones que entrega esta mujer para darle gracias a Dios por haberles salvado de las garras del enemigo.
La alabanza, que es un cántico de Haleluyá, es otra forma de reconocer Su grandeza, poder e inmenso amor por Su nombre. Alabar no es cantar canciones por cantar, es expresar gratitud en todo momento por Sus favores recibidos. Un porcentaje muy alto de los Salmos que tenemos en la Biblia son cánticos de gratitud a nuestro Salvador. Cuando nuestra ofrenda material no alcance a exaltar la grandeza de Dios, la alabanza puede ser el complemento que le podamos entregar. Alabarlo es la manera más sencilla de bendecirle por Su perdurable amor.
T.A.S.C.D.
EZEQUIEL 30; Lucas 3
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
EZEQUIEL 30; Lucas 3
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
