» Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra. Mateo 2:11. RV60.
Narra el evangelio de Mateo que desde el oriente se movilizaron unos reyes o personajes importantes en sus naciones, para ver al niño que había nacido, porque tenían conocimiento que en Belén había de nacido un rey. Al llegar a la tierra de Judá preguntaron: ¿dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Muchos religiosos se asombraron, Herodes el Tetrarca también fue tomado de sorpresa, y con mucha preocupación indagó sobre esta profecía del nacimiento del Mesías Rey, porque sintió temor que su reinado pudiera tambalear.
Tres demostraciones de gratitud frente al personaje que estaban visitando observamos en estos tres reyes de otras naciones cuando llegaron al lugar donde se encontraba el recién nacido Hijo de Dios. Primeramente, se postraron en señal de reverencia, de honra y de reconocimiento que estaban delante del Rey de los judíos como estaba profetizado. La segunda acción de gracias fue su adoración. Adoraron al niño-rey que estaba frente a ellos. La adoración es el reconocimiento de la deidad de Cristo. Aunque allí en el pesebre se encontraba un niño, sus corazones reconocían a un Rey Eterno. La adoración es una manifestación de acción de gracias que mueve los cielos. Finalmente, la tercera acción de gracias que tuvieron con el niño-rey fue que abrieron sus tesoros y le presentaron tres dotes que dignas de quien sería el salvador del mundo: oro, mirra e incienso. Representan la realeza, la humildad y el sufrimiento del Rey-Mesías. Esta meditación de la Palabra debe traer para ti una decisión: ¿qué tengo en mis tesoros físicos y espirituales para honrar a mi Rey y Señor en este tiempo?
T.A.S.C.D.
EZEQUIEL 34; Lucas 7
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
EZEQUIEL 34; Lucas 7
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás