– 7 Oh naciones del mundo, reconozcan al Señor; reconozcan que el Señor es fuerte y glorioso. 8 ¡Denle al Señor la gloria que merece! Lleven ofrendas y entren en sus atrios. 9 Adoren al Señor en todo su santo esplendor; que toda la tierra tiemble delante de él. Salmos 96:7 - 9, NTV.
Todo el Salmo 96 es un tributo a la gloria de Dios, allí el Salmista se desborda en honra y reverencia al Todopoderoso. Es un himno de alabanza que reconoce la grandeza y magnificencia de nuestro Padre celestial. Es una invitación a todos Sus hijos para que admiremos y confiemos en el Dios creador; pero a la vez es un llamado de atención para el mundo a que se vuelva a ese Ser Eterno, poderoso, majestuoso y al mismo tiempo misericordioso que la gran mayoría ignora y lo aparta de sus decisiones cotidianas.
Honrar a Dios no es un asunto de solo palabras, requiere también acciones concretas, visibles, transferibles a generaciones, para que nunca cese de darle gloria a ese ser supremo. La honra a Dios es una manera continua de exaltarlo por quién es y por lo que significa para quienes hemos sido redimidos del perverso mal llamado pecado. Honrarlo requiere de prioridades claras y de una dependencia total y absoluta de Él. Es vernos como sus súbditos aunque tenemos el privilegio de ser sus hijos. Es rendirnos en cada esfera de nuestra existencia. Es aceptar y obedecer Su perfecta voluntad, aunque muchas veces va en contravía de la nuestra o de nuestros sistema de creencias y pensamientos. El Salmo 96 habla a cada parte de la creación para que tribute honra, y entre esa creación estamos nosotros los humanos la corona de la misma. Has pasado 30 días leyendo y aprendiendo de la honra a Dios, ahora es el momento de establecer ese principio como parte de tu naturaleza espiritual. No lo olvides: ¡Hónralo desde ahora y para siempre!
T.A.S.C.D.
EZEQUIEL 9; SALMOS 132
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
EZEQUIEL 9; SALMOS 132
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás