Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. 1 Corintios 13:11. RV60.
¿Qué pretenderá el pastor hablarnos con este tema? Es quizás la pregunta que surge en nuestras mentes al leer el título del devocional de octubre. Pero no se desespere, porque día a día vamos a descubrir lo que el Espíritu Santo nos hablará y cuál es el propósito que se pretende lograr al desarrollar una temática tan interesante como es alcanzar la madurez espiritual en nuestra vida cristiana.
Recordemos que el Apóstol Pablo en varias de sus cartas hace mención de la Iglesia como el cuerpo de Cristo, y todo cuerpo crece en la medida que va pasando el tiempo y se está nutriendo correctamente; además de tener los cuidados pertinentes para que su desarrollo ocurra sin ningún trauma, porque así fue diseñado por Dios. De la misma manera el crecimiento espiritual e individual de un nacido de nuevo dará como resultado una iglesia que debe madurar naturalmente en cada una de las etapas de su desarrollo y crecimiento. Al nacer de nuevo en el evangelio somos bebés espirituales, en la medida que somos alimentados con la Palabra vamos nutriéndonos y creciendo, pasando de una etapa a otra en nuestro desarrollo espiritual, tal como ocurre en el cuerpo humano. Nacer de nuevo en Cristo es el comienzo de una larga y prolongada vida espiritual en crecimiento que debe llevarnos a ser creyentes de pantalones largos, como sucedía en tiempos pasados que cuando dejábamos la niñez nos autorizaban a usar pantalones largos como señal de haber madurado. De esto muchos jóvenes de hoy no conocen esta historia, pero la sabrán de ella en este mes. Bienvenidos al mes donde descubriremos como alcanzar mayor madurez espiritual.
T.A.S.C.D.
JEREMÍAS 6; SALMOS 72
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
JEREMÍAS 6; SALMOS 72
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás