Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. 1 Corintios 13:11. RV60.
La niñez es una de las etapas de la vida que más disfruta el ser humano. Aunque muchos niños no saben lo que es vivir una etapa de niñez, pero ese es tema de otro devocional. En la etapa de la niñez no hay preocupación alguna por lo qué se va a comer o cómo se van a pagar los servicios públicos en casa, o cómo suplir cada una de las necesidades que aparecen en el hogar en el día a día ¡No!, los niños no tienes esa carga porque están en su etapa de niñez, ellos están para recibir atención de los mayores y no para asumirla. Hablamos en condiciones normales de un niño.
El Apóstol Pablo en su primera carta a los Corintios, hablando del amor como el don más prominente, incluye en su redacción sobre la preeminencia del amor el tema de la niñez. Dice que, cuando era niño, hablaba, pensaba y juzgaba como niño. Es decir, a un niño no se le puede demandar asuntos mayores o responsabilidades más allá de su propia capacidad infantil. Si lo relacionamos con las relaciones comunitarias y responsabilidades en la iglesia del Señor, podemos asociarlo con los recién nacidos en el espíritu o nuevo creyente. No podemos ponerle a un niño espiritual una demanda que no pueda llevar a cuesta. No podemos demandarle que cumpla con ciertas responsabilidades, porque sencillamente no ha recibido la suficiente atención e instrucción como para cumplir ese deber. Un bebé necesita atención, protección mucho cuidado. Así debemos actuar con ellos en la iglesia del Señor. Los niños espirituales en el evangelio necesitan que los nutramos, los protejamos y les enseñemos los rudimentos de la Doctrina Cristiana. Ellos necesitan cuidado espiritual. Ese es la responsabilidad de un padre espiritual. De manera que, cuando llevas a alguien a la iglesia y se convierte, tú comienzas a ser el padre espiritual de esa personas y debes darle toda la atención que necesita si lo quieres ver crecer sanamente en el evangelio de Cristo hasta llevarlo a que alcance su madurez espiritual y dé de sí todo su potencial. Esa es la responsabilidad de un creyente maduro.
T.A.S.C.D.
JEREMÍAS 5; SALMOS 71
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
JEREMÍAS 5; SALMOS 71
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás