25 Y Moisés clamó a Jehová, y Jehová le mostró un árbol; y lo echó en las aguas, y las aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó; 26 y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador. Génesis 15:25 - 26. RV60.
El Señor sana. Dios ha provisto en Jesucristo la sanidad definitiva para la enfermedad espiritual, física y emocional. Dios puede sanarnos. Muchos pasajes de la Biblia nos muestra el poder sanador de Dios. Él es Jehová Rafá, el Dios que sana a Su pueblo. Jesús demostró que Él era Jehová-Rafa al curar a los enfermos, a los ciegos, a los paralíticos, y al echar fuera demonios. Jesús también sana a su pueblo del pecado y de la injusticia (Lucas 5:31-32).
Según Éxodo 15:22, Israel estaba en el desierto, habían transcurrido tres días sin agua, y las que encuentran son aguas amargas, por eso eran llamadas aguas de Mara (aún hoy día, hay allí aguas saladas y amargas, no potables), pero Dios mostró su gloria, transformando totalmente la situación. Aparece por primera vez en la Biblia el nombre “Jehová Rapha”, su significado es “el Señor Sana”; luego de una nueva revelación de Dios a su pueblo en las aguas amargas de Mara. ¿Por qué el Dios sanador se manifiesta ante su pueblo endulzando unas aguas saladas y amargas? Esta región es costera, muy próxima al mar Rojo, región cuyo suelo es muy rico en sodio (por ej: el Mar Muerto se llama así, porque allí no hay vida, debido a su alto nivel de salinidad), esto nos enseña que donde hay muerte, Cristo trae vida; que en medio del desierto, Dios puede hacer florecer un jardín; que en medio de tus dificultades, Dios puede mostrar su gloria; que en medio de la maldición, Dios puede establecer su bendición, porque él es Dios todopoderoso. Todo es posible para Dios.
T.A.S.C.D.
ISAÍAS 27; SALMOS 27
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
ISAÍAS 27; SALMOS 27
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás